Estos son capaces de ir en serio. Ayer comenzó el congreso federal del PSOE... y se pusieron los tíos a hablar de política. Uno está acostumbrado a que los cónclaves sean escaparates mediáticos, anécdotas, fotos y, sobre todo, batallas internas por la colocación de unos y otros en los máximos órganos de dirección. El quítate tú para que me ponga yo. O mi amigo.

Eso pasó por ejemplo en el del Partido Popular, celebrado hace poco en Valencia. Que si Cospedal, que si Gallardón, que si Aguirre, que si Rajoy contará con éste o la otra... y tal y cual. Sin embargo, el congreso socialista habla de ley de plazos para el aborto o no, de eutanasia, del posible voto para los inmigrantes, de propuestas sociales. Todo un debatín. En pequeño, sí. No porque no sean asuntos sobre los que discutir durante lunas y lunas, sino porque no se prolongará en el tiempo. El congreso comenzó ayer y se cierra mañana. Entonces saldremos de dudas sobre las resoluciones adoptadas. Esto de los congresos es como un tren de lavado para coches. El partido entra por un sitio y en un breve rato sale por el otro. Limpio. O al menos, renovado. Como que parece otro por mucho que siga teniendo los frenos gastados. Claro que a algunos esa renovación les parece excesiva. Ya ha dicho Rodríguez Ibarra (éste practica el ´antoñetismo´ en política: me voy, me voy, me voy más que Antoñete, pero me quedo, me quedo y sigo opinando) que "tampoco es obligatorio llenar la ejecutiva de bebés". No sabemos si Ibarra teme pasarse la vejez cambiando pañales ideológicos o se teme algún viraje de la quinta del biberón que pueda desviar las esencias del partido. Y todo, a causa de las declaraciones de Zapatero, que pretende pegar una limpia de más o menos el cincuenta por ciento. Menos mal que era Bambi, que si llega a ser el Rey León... Éste se ha cargado, de la dirección del partido, a todos los que con él empezaron. Hagan memoria.

Con todo, el morbillo de los nombres, esto no iba a ser distinto, está presente también en el 37 congreso del PSOE, tal vez el más ideológico de los últimos tiempos. El morbillo decimos: quiénes serán las tres mujeres que irán tras Zapatero, Chaves y José Blanco en el escalafón del partido. Y en cuanto al morbo local, la cosa está en ver cuántos andaluces se cuelan en la ejecutiva federal y si el malagueño Torres Mora continúa, parece que sí, o no continúa. Seguramente, y si no no sería un congreso serio, habrá alguna que otra sorpresa al estilo de la que supuso el nombramiento de Bibiana Aído como ´miembra´ del Gobierno. En fin, el PSOE y el PP ultiman su puesta a punto. Para pararse, porque eso es lo que aguarda, que tras acabar julio los motores electorales recién engrasados se guarden en los garajes hasta bien avanzado septiembre. Eso sí, para encadenar después un rosario de congresos regionales y locales, elecciones vascas, gallegas, europeas...