El negro proyecto de una refinería

A los escandalosos y aviesos propósitos de la Junta de Extremadura de favorecer al empresario más contaminante de la región en su intención de construir una refinería de petróleo en pleno pulmón de Extremadura y en plena era de retroceso innegable del petróleo, se suman ahora oscuros ramalazos de desfachatez en el comportamiento del gobierno del PSOE regional (que participa con dinero público en ese proyecto infame) en el actual periodo de las alegaciones que todos los ciudadanos pueden presentar en contra. Efectivamente, la Junta está pisoteando el convenio Aarhus, que, entre otras cosas, obliga a los responsables civiles a la posibilidad de que los ciudadanos puedan intervenir en las decisiones que les competan y de que accedan más fácilmente a la información necesaria, y nos encontramos con que en este caso existe una imposibilidad manifiesta de fotocopiar, fotografiar o sacar de las oficinas públicas el Proyecto, e incluso adquirirlo en formato digital; o bien los proyectos facilitados a algún ayuntamiento carecen de los dos tomos más significativos; o bien el estudio está disperso: capítulos en Andalucía y otros en Extremadura, cuando la evaluación de impacto ambiental, por ley, ha de estar unificada; o algunos capítulos no están en castellano; o, para colmo, la denominación y el número de registro del proyecto han sido modificados con respecto al que se inició en la fase inicial de consulta, por lo que tememos que las alegaciones presentadas con anterioridad pudieran ser invalidadas intencionadamente. Como se comprueba, en Extremadura sobrevivimos en condiciones auténticamente predemocráticas y caciquiles.

José Calderón González

Villafranca de los Barros (Badajoz)

Carta abierta al Alcalde de Málaga

No sé si se acordará usted de un caballo que el año pasado (cuando escribí la primera carta), en la parada del Paseo del Parque, aguantaba con sus patas delanteras trabadas y en compañía de otros caballos, los treinta o cuarenta grados a pleno sol del verano malagueño. Bueno, pues así siguió todo el verano pasado y así sigue en este verano? así siguen todos los caballos de las paradas.

El Ayuntamiento ha puesto toldos para resguardo de los cocheros, algo absolutamente razonable, pero ¿y los caballos? ¿ Tal vez piensa el Ayuntamiento que por ser animales de cuatro patas no sufren con el calor? ¿ No sufren con el calor agobiante que despide el asfalto ardiendo?

Le pediría un poco más de sensibilidad, Sr. Alcalde, hacia unos animales que con su esfuerzo ganan su alimento y el de la familia de sus dueños, le pediría esa sensibilidad porque gracias a ellos subsisten familias malagueñas, le pediría esa sensibilidad porque los caballos no tienen voz para pedirla; le pido sensibilidad porque son animales nobles y trabajadores.

También se lo pediría como contribuyente, porque con mis impuestos se pagan cosas con las que no puedo estar de acuerdo, como el patrocinio del Ayuntamiento a las corridas de toros: utilice algo de esos impuestos en toldos para los caballos.

Y si el Ayuntamiento no puede gastar la pequeña cantidad necesaria para protegerlos, dígamelo, Sr. Alcalde, yo me encargaré de reunir el dinero necesario para que ésos animales no padezcan otro verano más semejante infierno.

Carmen Manzano Rodríguez

Málaga