Es bueno que hayan salido a la luz las balanzas fiscales, aunque esté cantado el mal uso que se va a hacer de ellas. Hay regiones que a pesar de lo mucho que reciben del Estado se sienten maltratadas, y penan su abandono en lugar de ponerse en forma. Es bueno que sepan lo mucho que les llueve, y dejen la orden mendicante. Por otra parte una mayoría de regiones se escandaliza cada vez que las más ricas, pero también más paganas, preguntan por lo suyo. Es bueno que esas regiones sepan lo que por ejemplo paga Cataluña, para que no la miren como a un odioso país separatista e insolidario. En cuanto a las regiones que más pagan y menos reciben, es bueno que tengan la oportunidad de retratarse, y mostrar (o no) el valor que tiene para ellas la idea de equilibrio territorial interno, sin la que no tienen sentido ni España ni Europa, pero tampoco Cataluña, Madrid, Valencia o Baleares.