Paradojas de la política, Rajoy y Zapatero parecen decididos a entenderse y a llegar acuerdos en temas tan importantes como el del terrorismo y la Justicia. Si en la legislatura pasada fueron incapaces de llegar a acuerdos, ahora parece que sí lo son; de lo que sin duda hay que congratularse porque esos acuerdos serán en beneficio de todos los ciudadanos.

En lo que se refiere al terrorismo, socialistas y populares llevan unos días poniendo en escena esos acuerdos, y en lo que se refiere a la Justicia parece que el próximo día 23 se llegará también a un acuerdo.

Es evidente que para que este acercamiento se produzca, tanto Zapatero como Rajoy se han movido de sus posiciones maximalistas, yo diría que ambos se han centrado. El Zapatero que hacía guiños a la izquierda abertzale y adoptaba algunas decisiones más que discutibles en materia antiterrorista, por ejemplo como gestionó la huelga de hambre de De Juana Chaos, ahora se ha acercado más a las posiciones del PP de mano dura con los etarras y no parece especialmente preocupado por la nueva huelga de hambre anunciada por el sanguinario De Juana Chaos.

Por su parte Mariano Rajoy ha decidido dejar de bloquear el funcionamiento de las instituciones y está por la labor de reformar la Administración de Justicia y que las Cortes renueven el Consjeo General del Poder Judicial. Si en la legislatura pasada el Gobierno huía de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, ahora los ministros se fotografían con su nuevo presidente. Incluso hace unos días el PP salvó al Gobierno de la petición del resto de los grupos para que compareciera Rubalcaba en el Congreso.

En lo que va de legislatura, las relaciones de Zapatero con los partidos nacionalistas son más frías, en ocasiones heladas, mientras que las de Rajoy son más cálidas, o sea al revés que en la legislatura pasada.

Se preguntarán ustedes qué ha pasado y la respuesta es que en política nada es inalterable y donde ayer dijeron digo hoy dicen Diego porque las circustancias mandan.

Las encuestas le indican a Zapatero que los ciudadanos quieren firmeza frente al terrorismo después de que ETA rompiera la tregua. Y esas mismas encuestas le dicen a Rajoy que hacer una oposición histriónica no le lleva a ninguna parte. Todo esto no significa que Zapatero y Rajoy no vayan a chocar, que lo harán y mucho a lo largo de la legislatura, solo que ahora será diferente. El agujero negro del gobierno Zapatero es la economía, y por ahí es donde Rajoy hará una oposición dura, Y es que por mucho que el presidente Zapatero diga que hay que echarle optimismo a "la difícil situación económica" por la que atravesamos, el que ha perdido el puesto de trabajo o está en vías de perderlo no está para bromas. Pero ése es otro capítulo, el de hoy es que Zapatero y Rajoy en algunas cuestiones se han moderado y han logrado puntos de encuentros, y eso que ganamos todos.