Da vergüenza imaginar la cara de esas turistas a las que se refería ´La mirilla´ del periódico el jueves. Paseaban indignadas por el derrotado entorno de la calle Beatas de la capital. Oliendo a meado a casi centímetros del Museo Picasso pasean indignados quienes no pueden pensar de nosotros otra cosa que la verdad. Beatas lleva años y años abandonada en el corazón del casco histórico. También un año se cegó con cemento la calle Aventureros, que salía de Ramón Franquelo y conectaba con Tomás de Cózar, el último vestigio del trazado judío de la ciudad donde también hace días otro inmueble ´protegido´ se ha venido abajo. Allí esperan los Baños Árabes lo que irá llegando y se promete repetido como una novedad que no llega. Con la lentitud de todo lo que espera mientras la ciudad desespera otro verano; uno más, por cierto, sin el saneamiento integral? ¡Ay, Málaga!

Corazón franquiciado

La semana pasada advertíamos del cierre quizá de la bonita librería cafetería ERWAYA, afligida por el mamotreto de un andamio en la calle Afligidos, detrás de la Catedral. Esta semana ha cerrado La Cosmopolita, en plena calle Larios, corazón franquiciado de la ciudad de la nada interminable. Recuerdo mi verano pasado en Lisboa, donde todo sigue allí año tras año, cuidado con mimo, en algunos casos reciclado en su uso pero allí. Incluso las huellas del terrible terremoto que se llevó media ciudad, la torre de Belem (aunque ya no esté en medio del Tajo como hace siglos por el avance de la urbe), los tranvías de los albores del siglo XX y los modernos funcionando ambos sin parar, los itinerarios de Pessoa y los letreros que salpican locales orgullosos de mostrar el año de fundación del negocio que hubo en ellos o donde siguen estando la dulcería, el restaurante, el bar, el mercado, etc. Lisboa también crece, pero no desaparece.

Consensos PGOU

Ya mismo tendremos más viviendas también en Guadalmar. Unas 700 en Arraijanal -más zona comercial- ya que el Ayuntamiento, presionado por la oposición, ha rebajado las mil que estaban previstas, aunque llevemos años esperando allí un parque periurbano que nunca se hizo, que aproveche y respete el entorno natural. La reivindicación permanente vale para hacer oposición a los planes municipales de aprovechamiento del suelo, pero ahí está el compromiso adquirido con Vallehermoso, empresa propietaria de parte de los terrenos, con el consenso de todos en su momento. El Ministerio de Medio Ambiente -lo dijo la anterior titular Cristina Narbona- se mostró decidido a expropiar algunos suelos para preservarlos de uso especulativo y urbanizable, pero no se ha hecho. Y se vuelve ahora sobre ellos, como en ´Atrapado en el tiempo´, la simpática película de Harold Ramis donde Bill Murray siempre se despertaba en el día de la marmota; y sobre si el PGOU se debe retrasar, y prolongar su exposición pública y sobre el hecho de que el Gobierno ´popular´ debiera consensuarlo -y así debiera ser-, pero luego para qué....

Marmota malagueña

Consensuado estuvo el Paseo Marítimo de Poniente, la mayor oportunidad perdida de esta ciudad (hasta ahora?). Cuando he hablado de ello con el alcalde, también él está de acuerdo en que aquello no quedó bien, aunque para él se hubiera arreglado un poco permitiéndole más altura a esos edificios chatos y mediocres metidos casi en la orilla, pero se opuso sobre todo Izquierda Unida y las torres más altas cayeron antes, incluso, de construirse. Como consensuado estuvo Teatinos, ese cruel desierto urbano donde nadie pensó en otra cosa sobre plano que en la edificabilidad. Los ciudadanos han ido llenando esos cubos también mediocres pegados unos a otros como si no hubiera espacio, en un entorno prácticamente sin árboles de cierto porte (y sin árboles, en general) que den algo de sombra en verano; o que resguarden del viento que allí pega sin obstáculo al vecindario. Por no hablar del tiempo perdido durante el planeamiento y construcción de la Ciudad de la Justicia para haber refrescado o amortiguado de verde la frontal del tremendo edificio. Para haber diseñado toldos o paragüitas modernísimos que dieran sombra, tanto da; aunque más vale apostar por el verde, tan deficitario en Málaga.

¡EPA!

Y el paro sigue subiendo. La última EPA nos da el aviso definitivo de la realidad económica. Y Andalucía se sitúa casi en el 18% de tasa de desempleo, casi el doble de la media nacional; aunque a eso tristemente también estamos acostumbrados. Málaga ronda el 17% y suma 47.000 parados más. Y los distintos virreyes de los reinos de Taifas se quejan a Solbes del desbalance de la balanza fiscal. Una balanza contable que quizá nunca se tendría que haber puesto sobre la mesa para contentar a quienes más piden sin parar, y no tanto a los que siguen esperando ser como ellos. Una y otra vez asistimos al espectáculo de los representantes políticos de algunos territorios que para ellos son naciones, quejándose de que se haga fuera de sus lindes lo que ellos sí hacen dentro. Esto es, de los criterios de reparto que tratan de equilibrar a quienes tienen menos con lo que aportan quienes tienen más, para así evitar desigualdades.

Los que esperan

La marmota vive en Málaga. El animalito también espera. Quizá a que llegue el bueno de Georgie Dann para poner el broche de oro a la feria (el chiringuito, qué será lo que tiene el chiringuito?) A ella le recomiendo vivamente un libro del malagueño Miguel Torres López de Uralde: ´Los que esperan´, porque es estupendo y? Porque hoy es sábado.