Opinión

El año de la crisis

Con la moda de felicitar el nuevo año mediante SMS una tiene la sensación de ser una persona rica en amigos, de esos que aunque sea una vez al año se acuerdan de ti. El envío masivo de mensajes te llevaría al autoengaño de no ser porque sólo están personalizados y con tu nombre los de esos amigos de verdad que te desean de corazón que las cosas vayan bien en lo personal y sean exitosas en tu profesión... El resto son SMS masivos de esos que escribes uno y lo mandas a toda la agenda incluida en el móvil y por tanto en ocasiones no sabes ni siquiera quien ha sido su destinatario. Sea como fuere, la intención es lo que cuenta y se agradecen todos lo mensajes aunque no todos ellos sean sinceros. El hecho es que ya estamos en el año 9 y tras los días festivos -¡por fin volvemos a la normalidad!- se acabó el turrón, las comidas pantagruélicas, las reuniones familiares, los regalos a mogollón, beber aunque no te apetezca, aparentar que eres simpático aunque el que tengas enfrente te caiga como un tiro? ¡en fin! decimos adiós al espíritu navideño que, según dicen los expertos en psicología, provoca más de una bronca familiar. Decimos adiós a la Navidad y empezamos un nuevo año con ruido de bombas, dolor y muerte en Gaza, con insultos políticos y miserias partidistas en España y sobre todo con aroma de elecciones y con una especie de desesperanza propia de un país que creíamos próspero económicamente y ¡de repente! se da cuenta que está con la crisis hasta el cuello y con un horizonte demasiado oscuro para andarse con alegrías. Precisamente, ése ha sido la crisis el tema preferido de los SMS y también el asunto estrella de todos los periódicos nacionales que estos días hacen balance del pasado y predicciones del futuro. La última le habrá alegrado la jornada a Zapatero y agriado el turrón a Rajoy. El primero tiene motivos para estar contento porque los sombríos augurios económicos no tienen traducción en el equilibrio de fuerzas surgido tras las elecciones. Si hoy fuéramos a las urnas el PSOE sería el ganador y el PP volvería a perder. Es decir, la caída electoral del PSOE se ha detenido y el PP no termina de levantar la cabeza, con lo que para ambos año nuevo no será sinónimo de vida nueva. Es más, Zapatero sigue siendo el líder mas valorado mientras Rajoy no llega al aprobado. Lo dicho, que este año será decisivo para el liderazgo de algunos y otros pueden que mueran de éxito.

Tracking Pixel Contents