Opinión

Clave de amor

Que Ucrania sería la chispa se vaticinaba en una novela futurista de hace casi década y media (Dona y Deva). En realidad bastaba ver el mapa. La pasión de Rusia por Europa -correspondido por Europa, a su modo- es invasiva, no se consuma en un amor liviano, exige entrega total, posesión de cuerpo y alma, dominación. Ucrania es un pretexto. La caída del precio del petróleo, y su mayor disponibilidad, habían enfriado el amor de Europa por Rusia (que es Europa y no lo es). Europa es amante interesado, sólido pero sin ardor, como el alma musical alemana. Rusia, en cambio, no consiente un amor a medias, quiere fuego y sumisión. Ucrania, cuyo nombre significa frontera, fue esclava sexual de Rusia, un modo de saciar en esa parte la pasión por el todo. Devolver a Ucrania al serrallo, y avanzar en el acoso amoroso a Europa es el designio actual. Los analistas hagan la traducción geoestratégica.

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