Opinión

Cartas al director

La fusión de Unicaja y Cajasol

La posible fusión de las dos principales cajas de ahorros andaluzas fue noticia política en todos los periódicos a finales del año 2008.

Que Andalucía disponga de una caja de ahorros sólida tal como ocurre en otras comunidades autónomas (Madrid, Cataluña o Valencia) es positivo. Tampoco es descabellada la propuesta de comenzar el proyecto de fusión con las dos más fuertes, es decir, Unicaja y Cajasol. Ahora bien, que dicha fusión "suponga un instrumento clave para la recuperación económica de Andalucía" como afirma el Sr. Chaves, carece de fundamento y mas bien suena a una exagerada e interesada declaración política.

El escollo principal para que prospere la citada fusión, aparecerán otros muchos, será dónde situar la sede central de esta ´supercaja´ que pasaría a representar el centro financiero de Andalucía. Por el momento, las entidades afectadas están observando un discreto silencio, siendo los partidos políticos y sus representantes los que han tomado posiciones para defender el liderazgo económico que supondría acoger a la mayor entidad de ahorro del sur de España.

La oposición, PP e IU, con lógico criterio, desconfían de la gestión interesada por parte del Gobierno andaluz en el proceso ya que el PSOE alega la capitalidad de Sevilla como argumento principal. En sentido contrario, el Alcalde de Málaga, Sr. De la Torre, reivindica que sea su ciudad la sede de la central de la gran caja andaluza.

Para complicar un poco más la disputa sobre la ubicación de la ´megacaja´, también Antequera, con su alcalde como mediador, entre en el juego, justificando que con su petición se evitarían suspicacias entre Málaga y Sevilla tradicionalmente enemistadas... La oferta resulta pueril, pero... ¿Y si cuela? Otra posibilidad ha sido la apuntada por el Sr. Griñán del PSOE considerando la existencia de dos sedes sociales; esta última suena al ´más difícil todavía´ de los circos o a inocentada.

Normalmente en las fusiones, la sede central suele instalarse en la ciudad de la entidad mayor, en este caso Unicaja de Málaga pero aquí, el ´quid´ de la cuestión es que no se trata de una operación económico-financiera sino eminentemente política. El Sr. presidente de la Junta sabe que disponer de la ´supercaja´ en Sevilla incrementará su parcela de poder sin duda alguna.

Por su parte, el Partido Popular manifiesta su rotundo rechazo a la fusión Unicaja-Cajasol, sosteniendo que el Sr. Chaves auspicia esta unión porque aspira a ser el presidente de esta entidad financiera en el 2012.

Reconociendo que esta operación es sumamente compleja, cada formación política debe formular sus objetivos y prioridades en base a su propia sensibilidad (ideario) y la de su electorado. Con tal escenario, la dificultad se incrementa puesto que ambas formaciones políticas, PP y PSOE, tienen votantes en Málaga y Sevilla por cuidar de forma exquisita las iniciativas que comunican a sus electores. Hasta el momento, las propuestas emitidas con excesiva velocidad e improvisación sólo han logrado confundir y despistar al ciudadano de a pie que como presuntos clientes de ambas entidades indistintamente también tendrán mucho que decir y decidir...

Ya han comenzado las batallas pero la guerra será larga y dura. Es mucho lo que está en juego.

Jose-Tomás Cruz Varela

Málaga

Coches silenciosos del AVE

Los trenes rápidos como el AVE son un avance para los viajeros. Nos permiten llegar en pocas horas al centro de muchas ciudades españolas, podemos hablar por los móviles todo el tiempo o navegar por Internet, escuchar música, etc. La cuestión es que si todo el mundo decide hacer lo mismo durante todo el trayecto la cosa se complica. La gente tiene poca conciencia del volumen con el que hablan por el teléfono, tampoco se da cuenta de lo alto que pone el volumen de sus auriculares y, al final, lo que tenía que ser un viaje relajado, se convierte en una molestia constante de 3 horas de la que no puedes huir. En muchos trenes europeos se han implantado coches-vagones especiales ´silenciosos´, donde no está permitido el uso de los teléfonos móviles, ni hablar alto, ni escuchar música con auriculares con un volumen que moleste al resto de pasajeros. Resumiendo, se reserva un vagón para que los viajeros puedan estar tranquilos. Por favor, pido a los señores de Renfe y del AVE que habiliten lo antes posible uno de sus coches como ´silencioso´, para poder finalmente disfrutar del viaje, relajarse, e incluso dormir.

Montserrat Aurín Olcina

Málaga

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