Opinión

Alpiste para el alma

Jóvenes investigadores de la Universidad se organizan en un grupo llamado "Precarios", para luchar por su derecho a seguir investigando en España, sin que les corten las ayudas ni les obliguen a emigrar. Pero el problema está donde está, que es en la incapacidad de las empresas para entender las ventajas de la investigación, y dar así continuidad laboral a los precarios en cuestión. Puesto que la estrategia a medio y largo ha desaparecido de las empresas, ¿para qué investigar? Esa es una fuga constante de energía en el sistema formativo, que echa recursos por un lado y los deja escapar por otro. ¡Qué buen proyecto en tiempo de crisis sería dedicarse a taponar fugas, nada más que eso! Si estos jóvenes animosos se desaniman, al final todos perderemos el ánimo, o sea, el alma, que es precaria por definición, pero, como todo lo volátil, necesita una percha y una tacilla con alpiste.

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