Opinión

Papá y mamá

Nuestro papá es el mercado, y nuestra mamá el Estado. Por maldades que hayamos cometido, una mamá al final nunca nos falla, y tampoco se va muy lejos. El problema de las madres es que, de tanto y tan seguro amor, pueden estropear al niño, al consentirlo, sobreprotegerlo, tolerarle desafueros o darle caprichos. Un niño malcriado acaba arruinando a mamá, pues se vuelve tirano, o se acostumbra al camino fácil de vivir pegado a ella, con lo cual ni él hace su vida ni deja a su madre hacerla. Para evitar que esto ocurra, las mamás deben controlar sus sentimientos, y mostrarse bastante más estrictas y rigurosas de lo que su maternal cuerpo les pide. Está claro que últimamente papá mercado no quiere saber mucho de nosotros, y tendremos que recurrir a mamá Estado, al menos hasta que papá vuelva a asumir su parte en la crianza. Pero conviene que mamá se ajuste a las reglas descritas.

Tracking Pixel Contents