Euskadi y Galicia, comicios

La precampaña electoral es ya una realidad en Euskadi y en Galicia, cuyos mapas políticos son distintos, pero en los que también se observan similitudes. La primera gran diferencia estriba en que en Euskadi, ante un revés del PNV, parece viable un pacto PSOE-PP, mientras que en Galicia está descartada esa hipótesis, en favor de repetir el gobierno bipartito de PSOE y BNG, único partido al que una encuesta del diario ´Xornal de Galicia´ da subiendo, mientras coloca al PP bajando y al PSOE estancado.

Desde el PNV, su presidente, Íñigo Urkullu, juega a captar votos para su partido a base de mezclar al PSOE con el PP, consciente de que el abrazo del oso de Mayor Oreja a Nicolás Redondo había hundido a los socialistas vascos, que ahora quieren ensayar su propia vía vasquista y entrar incluso en el caladero del PNV. Por eso, al ser entrevistado en el diario ´El Correo´, Urkullu dice: "Es el PP el que habla de prestar sus votos y sus escaños al PSE, que está callado. Eso hace presumir que hay un pacto tácito entre ambos, al que se suma también Rosa Díez". Su mensaje a los votantes para que no se vayan con Patxi López no puede ser más claro, dado el recelo que suscitan PP y UPyD en ciertos ambientes vascos.

Las similitudes entre Euskadi y Galicia están en el deseo común de PP y PSOE de minimizar a los nacionalistas, ya que su mera presencia les impide obtener resultados parecidos a los de otras comunidades autónomas, salvo en Cataluña, donde también está CiU. No parece fácil que lo consigan. En Euskadi es posible que el PNV pueda perder el Gobierno, pero no su posición central en la política vasca, y en Galicia el viento sopla a favor del BNG. Bajo el liderazgo del moderado Anxo Quintana, los nacionalistas gallegos han sabido obtener réditos de su gestión en la Xunta, con una política pragmática y progresista, difícil de igualar para el PSOE, a pesar de que este partido tiene la Presidencia. Tanto, que Quintana se atribuye el motor del cambio del bipartito gallego.