Opinión

Religión y aspirinas

La historia de los autobuses ateos, parte de la "campaña de sensibilización con el librepensamiento", me resulta de lo más absurda. Como agnóstico, el "Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta la vida" es de juzgado de guardia: el ateísmo no es para mí sinónimo de actitud despreocupada sino todo lo contrario (piénsenlo, lo verdaderamente agobiante es vivir las 24 horas del día sintiendo que este mundo y quienes lo poblamos no respondemos a un plan maestro). Así que una vez más el ´librepensamiento´ queda asociado al ´buenrollismo´ y al "bah, a pasarlo guay que esto son dos días" (antes se decía que eran tres; supongo que se habrá reducido el número para captar adeptos al ´carpe diem´). Protesto.

No gustándome nada, por lo tanto, el citado slogan, aprovecho estas líneas para resaltar algo aún peor, el ´claim´ (beneficio que se atribuye a un producto o servicio a la hora de realizar su publicidad) con que desde hace unos meses se anuncia la aspirina de Bayer: "Creo en Aspirina porque me funciona". Perverso: primero, porque asociar el creer, o sea tener por cierto algo que el entendimiento no alcanza o que no está comprobado o demostrado (RAE ´dixit´), con una pastilla es tan estúpido como perturbador; segundo, porque resulta aún más desoladora la segunda proposición, la que vincula la validez de la creencia a los resultados prácticos que se obtengan de su práctica. Aunque, en realidad, quizás esté siendo demasiado tontorrón e iluso con el concepto ´creencia´, y el hecho de creer siempre sea parejo a la recompensa, justo igual que el concepto ´no creencia´ (¿sólo debido a que Dios no existe nos podemos sentir libres para disfrutar como nos dé la gana?). Así que, señores ´librepensadores´, expuesto lo expuesto, ¿cómo narices voy a dejar de preocuparme?

Tracking Pixel Contents