El gran lío

Un lío es grande no sólo por el tamaño de los problemas que se enredan en él, sino por lo intrincado del embrollo. El de Madrid es un gran lío, y al final es consecuencia de las mayorías absolutas ejercidas de modo absolutista: si el enemigo no está fuera crece dentro. La prueba de que estamos ante el lío de los líos es que los medios de comunicación madrileños no saben qué decir, ni a quién apoyar: son samuráis sin señor, y dan golpes de katana sin ton ni son. Se cruzan la guerra por suceder a Rajoy, la guerra (taimada) de todos contra Rajoy, la guerra por Caja Madrid, la guerra por el Ayuntamiento si Gallardón sube y la guerra por la Comunidad si Esperanza sube o baja. Se cruza hasta la sombra de Aznar. Madrid es la vanguardia del ejército del PP, pero en la vanguardia se ha producido una melé, y nadie sabe ya quién es de quién. El único que está en su sitio es Rajoy: fuera de juego.