Opinión

La abundancia sí daña

El principio básico de un modelo financiero es el de suficiencia. Es decir, toda comunidad autónoma debe tener recursos suficientes para prestar los servicios y desarrollar los programas que tiene encomendados. El problema es que la suficiencia es un concepto subjetivo. Es lícito emprender inversiones cuantiosas para modernizar servicios, y mejorarlos de forma sustancial, poniéndolos en cabeza del país, pero ¿responde eso al principio de suficiencia? Cada comunidad puede pretender ser la mejor equipada, pero para eso debe allegar recursos propios, y conquistar al contribuyente para que esté dispuesto a proporcionarlos. Hay áreas, como la educación o la sanidad, en que nada nos parecerá nunca suficiente. Si la economía es la ciencia de asignación de recursos escasos susceptibles de usos alternativos, una cierta escasez hará a las administraciones públicas más económicas. O sea: mejores.

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