Opinión

Fitur, no veas si se aprende aquí

Más que el Fitur de la crisis, que también, este es el Fitur de la incertidumbre. La incertidumbre que genera la propia crisis, la incertidumbre del propio sector ante el panoramita económico que se avecina y la incertidumbre propia de una feria turística que ha entrado de lleno en el debate sobre sí misma, en una suerte de duda hamletiana, en un preguntarse si ser o no ser. En un cuestionarse si el venirse todos a Madrid sirve para algo.

Si les consuela les diremos que no sólo toda Málaga se viene. También toda Huelva, toda Sevilla, toda Cantabria, todo Madrid. Y a juzgar por las kilométricas colas para acceder al recinto, por el gentío de esta jornada de ´sólo profesionales´, quien pareciera venirse es todo el mundo. Y, como añadiría el castizo, ´parte del extranjero´. Por venir vienen hasta los Príncipes, Letizia y Felipe. Antes venían los Reyes. Eso ha cambiado también. Lo que no ha cambiado es el run run intoxicante de los ´jefes de stand´: "viene, viene, está confirmado este año que pasa por este ´stand´, no os mováis mucho de aquí". No veas. Pedazo de chivatazo. No se asomaron por el pabellón (no ´stand´, pabellonazo) ni de lejos.

Pero con independencia de algo que deberán determinar los doctores del turismo (si aquí se hace de veras negocio o es un escaparate, un modelo que tiende a cambiar) anotamos que Fitur sirve para muchas otras cosas. Para que Chaves y Francisco de la Torre se vean, luego de que el presidente de la Junta saludara con un secote ´qué pasa´ al regidor. Por ejemplo. Para que hablen incluso. Para que se den una vueltecita juntos en la estricta ´no intimidad´, o sea, rodeados de camarógrafos, asesores, mocitos felices, fotógrafos, curiosos, azafatas, paseantes y hasta dos notas ataviados del siglo catapún que (estas cosas son parte de la feria) seguían interpretando su numerito de animación. De ahí a que nos hagan el macrohospital queda nada. Dos citas como ésta y se hacen coleguitas. Chaves y el alcalde, no los notas del siglo catapún. Y Fitur sirve también para que veamos a Magdalena Álvarez distendida y hablando y haciendo gala de hablarlo, en andaluz. Orgullosa. En un discurso en el Casino de Madrid, en la calle de Alcalá, en el transcurso de un emotivo acto y almuerzo en homenaje a los descubridores de la Cueva de Nerja, hace ahora cincuenta años. Visítenla. Dicen los expertos que, salvando distancias, puede equipararse a Atapuerca. Allí (en el Casino, no en Atapuerca) estaban también numerosos alcaldes y Salvador Pendón, Rosa Torres, López Luna, Bustinduy, Juanma Moreno Bonilla o Ana Gómez, gerente del Patronato, que recordó al cronista como la Costa (la crisis es una oportunidad) planificó con la unión de todos a partir del nefasto 93 una política turística que entre otras cosas ha acabado (casi) con la estacionalidad. También es útil Fitur para esto, para recordar. Recordar cómo también en otros (malos tiempos) se sentaron bases para el futuro. Útil enseñanza.

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