Opinión

Fitur, también lugar de cabreos

Se agarran unos mosqueos que lo flipas. A Fitur se viene a hacer negocios, relaciones públicas, políticas, humanas, etc. A dejarse ver, a promocionar eventos turísticos y culturales, a ofrecer gancho trayéndose a famosos como Remedios Cervantes, los baloncestistas Alfonso y Felipe Reyes; los toreros Javier Conde, el Cordobés o Fran Rivera. Se viene a muchas cosas. A cabrearse también. El presidente Chaves mostró a los suyos su descontento porque el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se ´colara´ en la foto de inauguración del pabellón de Andalucía. Con el argumento de que si no estaban ninguno de los otros muchos alcaldes andaluces también presentes en Fitur no se sabe muy bien porqué estaba el de Málaga.

Mosqueo también el del alcalde de Nerja, José Alberto Armijo, por no ser llamado a intervenir en el acto-almuerzo que conmemoraba el cincuenta aniversario del descubrimiento de la cueva, donde intervinieron, entre otros, Magdalena Álvarez, Rosa Torres, Salvador Pendón o Hilario López Luna. Y otro tipo de mosqueos, un mosqueo que podríamos definir como una mixtura entre un cabreíto y un choteo es el que se traían algunos políticos y algunos plumillas cuando vieron a la consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, asomar por el ´stand´ de Huelva y quedarse allí un buen rato, a diez metros del de Málaga. No veas, lo mismo quiere centralizar en una sola dirección regional los patronatos de turismo, comentaba un malvado. Luego está el mosqueo que pertenece a la gama del que emparenta con el agobio. El de muchos profesionales de la información que veían como diversos actos coincidían a la misma hora. Una cosa que uno sabe que los jefes de prensa tratan de evitar, coordinándose entre sí, hablándolo. Pero que, sin embargo, ocurre porque donde hay patrón no manda marinero, por mucho que haya marineros que no veas si mandan. O cabreos tipo orgánico, como el de notables socialistas, que observan con desagrado como un alcalde conmilitón está contratando cargos de confianza que pertenecieron a la derecha-derecha habiendo expulsado a gentes del partido. Claro que los mosqueos se pasan mejor engullendo. Sopas perotas, boquerones en vinagre o molletes antequeranos, que se ofrecieron ayer como degustación en el recinto del Patronato de Turismo en recepciones abiertas ofrecidas por la Diputación, Álora, Rincón de la Victoria y Antequera. Unas citas (gastronómicas) estas muy concurridas y exitosas; celebradas y jaleadas que contribuyen en cualquier caso a que Fitur sea como el día de la marmota, que se repite cada año casi milimétricamente. Con fotos que, sí, están bien y tienen que hacerse, pero que se repiten y repiten una y otra vez. Uf. Pero que nadie se mosquee por esto de la repetición que anotamos. Es lógico que cada cual ofrezca siempre lo mejor de sí mismo. Lo mejor que tiene, que en este caso son cositas de verdad buenas.

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