Acosol. Resulta cansina la batalla forjada a base de mentiras, medias verdades y descalificaciones que desde hace tiempo mantienen el PP y el PSOE en Marbella. El ring lo han situado en Acosol, una empresa que en teoría se dedica a la gestión del agua y que es la antesala de la larga campaña electoral que nos espera entre la actual alcaldesa, Ángeles Muñoz, y el posible candidato del PSOE y consejero delegado de Acosol, José Bernal. La actual situación provoca hastío en la ciudadanía y los aleja de la política. Pero no es más que un pequeño canapé de lo que nos espera en la Costa del Sol.
l Tensión institucional. La semana también nos ha dejado un nuevo enfrentamiento entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga, incapaces de alcanzar un acuerdo que permita desbloquear de una vez el plan urbanístico de la capital. El escollo principal es Arraijanal, donde el Gobierno autonómico opta por desarrollar un gran parque para salvar de la edificación la única franja virgen del litoral existente en la ciudad. La Junta sitúa el problema en el Ayuntamiento de Málaga, al que le pide que defina cómo compensar a los propietarios de los terrenos, que firmaron un convenio con el Consistorio por valor de 28 millones de euros.
El fin último, preservar esta zona de Málaga, que defiende el Gobierno andaluz está más que justificado, pero no debe olvidarse que las maltrechas arcas municipales no deben soportar solas esas millonarias compensaciones.
l Enfadados. Otra perla de la semana fue conocer cómo se la gasta el nuevo secretario general de los socialistas andaluces, Rafael Velasco. Hace semanas se envalentonó en Córdoba, su ciudad natal, y afirmó que la Junta de Andalucía apostaba claramente por esta capital para el 2016. Los socialistas malagueños intervinieron y provocaron que por la tarde emitiera un
comunicado rectificando. Poco ha tardado
Velasco en vengarse. En una rueda de prensa
le devolvió la jugada al PSOE de Málaga
por su forma de gestionar la elección de
María Gámez como candidata a la alcaldía
de Málaga.
