Recientemente se ha suscrito un Convenio de colaboración entre la Confederación de Empresarios de Málaga, la Fundación CEM y la Fundación Málaga Ciudad Cultural. Con ello, los empresarios malagueños apostamos decididamente por dicha candidatura, promoviendo a partir de ahora un mayor conocimiento entre las pymes y autónomos de nuestra provincia de las implicaciones, en los ámbitos social y económico, que pueden derivarse de la elección de nuestra ciudad como Capital Europea de la Cultura.

La incorporación de instituciones como el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía, la Diputación, la Universidad y la propia Fundación CEM, junto con otros colectivos de relevancia social, marca un punto de inflexión en el nuevo modelo de gestión de la Candidatura de Málaga 2016, vinculando intereses comunes y auspiciando la cohesión social, institucional y administrativa que necesitamos.

Con tal motivo, propusimos celebrar una interesante Jornada sobre Impacto económico e Incentivos de la Candidatura a Capital Europea de la Cultura 2016. Dicha jornada, que resultó un éxito, analizó las fórmulas de colaboración empresarial más adecuadas en este contexto, así como los incentivos para la inversión en grandes eventos. Lo mejor, la foto de los máximos representantes de las instituciones citadas anteriormente marchando unidos, con un mismo objetivo, ante más de 150 empresarios. Rara avis.

Vivimos momentos complicados. De todos es conocida la intensidad de la crisis que padecemos, con especial incidencia en las pymes y autónomos. No son momentos para ideas románticas. Pero sí para que, con realismo, rigor, trabajo y un buen proyecto, se cuente con la iniciativa privada y su proyección en un acontecimiento de esta envergadura.

El interés de los empresarios ha sido siempre analizar los fundamentos técnicos, jurídicos y financieros para la ejecución de grandes proyectos y eventos, así como la posible participación en el desarrollo de una candidatura de esta naturaleza, de gran trascendencia no sólo para nuestra capital, sino para toda la provincia. En ello reside su solvencia.

Por supuesto, necesitamos tener en cuenta dos ideas clave: la dimensión europea del programa, que favorecerá la cooperación cultural, resaltando nuestra riqueza en la diversidad, y la participación de la ciudadanía en un proyecto sostenible, que impulse el desarrollo social y cultural a medio y largo plazo.

Málaga suma características únicas, como su climatología, su oferta turística y de ocio, a pesar de la crisis, el dinamismo tradicional de sus sectores económicos y el progreso de sus infraestructuras. Esto, unido a su estratégica localización geográfica al sur de Europa, próxima al Norte de África y puerta de entrada al Mediterráneo, receptora de personas de los más diversos orígenes y culturas, que han encontrado tradicionalmente una cálida y pacífica acogida en Málaga.

Por todo esto necesitamos un proyecto sólido, convenientemente estructurado, de calidad, para que con el esfuerzo de todos, presentemos una candidatura competitiva y solvente.

La colaboración de los empresarios, al igual que la de otros colectivos sociales, será plena. Nos sumamos a la efectiva y necesaria participación ciudadana que confía en situar a Málaga como referente cultural europeo para el 2016.