Los cínicos no sirven para este oficio. Lo dejó dicho el reportero e historiador Riszard Kapuscinski. Lo sentenció dejando claro, además, que para ejercer el periodismo había que ser buena persona. Lo que no dijo es que hubiese que ser simpático a toda costa ni, por ende, llevarse bien con todo el mundo. Aunque esa pureza en el oficio conlleve más problemas que beneficios, que no sean sólo morales, a quienes la practican con honradez. Quizá esta página sirva como ejemplo para entender esto último. Si yo escribiese, por ejemplo, que Enrique Linde, responsable de la Autoridad Portuaria en Málaga desde el Jurásico inferior -es una licencia para caer «simpático», en la línea de lo que pretendo demostrarles- debiera dimitir inmediatamente, después de sus últimas declaraciones sobre el Plan del Puerto, es más que probable que no obtuviese felicitaciones por el artículo por parte del mencionado.

Linde

Y, aunque lo argumentara, como intentaré hacer brevemente, no le caería simpático de ahora en adelante a este responsable público con cierto peso en la ciudad donde uno desayuna a diario. Tiene cierto mérito, ya que uno sólo es un humilde superviviente de este oficio desde hace más de 20 años, mucho menos tiempo que el que Linde lleva en la política, y sólo rozando el que Linde lleva en el Puerto, donde supongo que se jubilará. Pero cómo oír con tamaña suficiencia de su boca que jamás volverá a negociar con el alcalde de Málaga, y no analizarlo en un valioso foro de opinión local como este periódico. ¿Cómo que no volverá a negociar? Linde está obligado a hacerlo como responsable de un puerto que forma parte del corazón urbano de la capital, y del corazón humano de sus habitantes.

De los jamases

Imagino a Zapatero negándose a hablar con Kagame, el presidente ruandés acusado de genocidio y de la muerte de nueve españoles en las matanzas entre hutus y tutsis de 1994, que ha venido a Madrid como mediador de Naciones Unidas. El discutido Paul Kagame presuntamente propició el genocidio ruandés antes y después del atentado que acabó con la vida de su antecesor en la presidencia. Pero ahora que se ha celebrado en Madrid el foro Objetivos del Milenio de la ONU, Kagame se ha presentado como codirector del mismo con el presidente español -una elección de la ONU que no deja de sorprender al mundo- Ahí han estado todos junto a Ban Ki Moon dispuestos a erradicar el hambre en el mundo, entre otras aspiraciones mediáticas. En la foto del hotel Ritz, que es donde al final se ha recibido al presidente ruandés por el ministro Moratinos para no regalar fotos incómodas junto a Zapatero, hasta Antonio Banderas tuvo que saludar a Kagame en público, como obliga la diplomacia. ¿Será mucho más difícil eso que negociar con De la Torre las modificaciones del proyecto portuario? Por mucho que el primer edil sea un genocida de sí mismo como líder; ya que no tiene capacidad de liderazgo y sus reflexiones suelen durar tres o cuatro años, Linde dixit.

Regalito

Es probable que de lo que Linde se queja sea verdad, pero qué difícil tragarse que su intención con la última modificación del plan especial del Puerto era regalarle un gran edificio cultural a Málaga. Sobre todo teniendo en cuenta que el primer proyecto que Linde le entregó en bandeja a la primera concesionaria, Chelverton Properties, hace unos veinte años, regalaba a la ciudad un multicines de cinco plantas, con sus hamburgueserías y su olor a palomitas culturales incluidas, para que nadie se aburriese al pasear entre los muelles uno y dos del puerto-ciudad. Un edificio de mayor impacto que el viejo silo que se tiró para que nada impactara sobre la rasante de la lámina azul marina y la verde del parque y bla bla bla. Resulta difícil tragarse las bondades ciudadanas de esa modificación que ahora ha parado parte de la ciudad con su presión públicamente expresada sobre el alcalde -que no sobre Linde que lleva veinte años insistiendo en su línea, divisoria-. Difícil tragarse esa modificación que mantiene la valla aún más alta que antes en uno de los tramos, y que eleva la volumetría pactada en 2004 para ubicar un Carrefour de alta gama en ese edificio contenedor cuya cara B ocuparía la Cultura edificada por Unicaja (cuando escribo aún no he oído a Griñán nada sobre la entrega de Cajasur a la caja vasca). Pero no es fácil señalarse sin necesidad y caer antipático a tanto prócer y tanto señor de los dinerillos.

La Trata

Cómo caer simpático, incluso, a quienes te acogen luchando por sacar adelante este intachable proyecto periodístico a diario, con las dificultades económicas que supone convivir con internet y el gratis total, con la escasa cantidad de compradores de periódicos, con la competencia o con las presiones de clientes y poderosos que siempre querrán controlar por definición el periodismo. Cómo empatizar si estás de acuerdo en que los periódicos, sin embargo, no debieran servir de escaparate publicitario como servicio público al negocio de la prostitución, que en nuestro tiempo suele encerrar, literalmente, a víctimas de la trata de blancas. El otro día se empeñaba en demostrármelo Lydia Cacho -la periodista mexicana torturada por la policía de su país, que está al borde del colapso democrático por las violentas mafias de la droga- Nada que merezca la pena es fácil.

Porque hoy es sábado, ha hecho diez años que nos mataron a José María Martín Carpena. Paz a los suyos y honor a su memoria