Según el admirado profesor Santos González, las armas de la 3ª guerra mundial serán las matemáticas, base del tratamiento de la información y de su seguridad, pues las llaves de los datos son números. ¿Y los muertos?, salta en mi cabeza. De esos habrá seguro, pues sin muertos no hay guerra. Tal vez se luche por el territorio virtual, una realidad paralela en clave numérica y bajo cifra, y por el control de los datos, pero los combatientes no se lanzarán fórmulas y números primos, sino aquello que pueda sacar al otro la sangre del cuerpo, pararle el corazón o dejar secas las neuronas. O sea que, al final, la 3ª guerra mundial será como las otras, pues la apuesta final, cuando ya no se puede subir más, siempre es la vida humana. Luego, si en el combate se pierden todos los datos, en el invierno numérico volveremos a la prehistoria, y a empezar otro curso contando por los dedos.