Se quiere volver al bocadillo en el cole, y dejar la bollería industrial. En mi época la bolsa de la merienda, blanca, con cinta y el número del colegio en rojo (el mío era el 777) tenía dentro lo preciso, y la merienda sabía a gloria, aunque estas glorificaciones de la niñez pueden ser traiciones de la memoria, y resulten algo patéticas. Pero si las autoridades quieren que se vuelva a la ingesta escolar de antaño deben dar instrucciones precisas del pack completo, pues muchos padres ya no saben de estas cosas. Por ejemplo: bolsa de tela, blanca o a cuadritos, de 15 x 25, con cierre a cinta, y, dentro, onza de chocolate negro, plátano, mejor de Canarias, y medio bollo de pan del día. No hara falta instruir a los niños para que den vueltas en el aire a la bolsa y la lancen arriba, porque ya lo harán ellos, si la bollería industrial y los videojuegos no los han atrofiado todavía.