Estimado 68, 89 por ciento de votantes de mi barrio –hablo de mi barrio extendiéndolo a toda la zona Este aunque como saben hay varios barrios en dicha zona de Málaga–. A lo que iba, estimado barrio, ahora que nuestros políticos se van a orientar a los barrios o como a ellos les gusta decir a los distritos, hemos de tener en cuenta lo que cerca de nuestra casa hacen.

La zona Este, tradicional caladero de nuestro honrado alcalde, contó en 2007 con 21.317 votos que supuso el estimado porcentaje con el que he comenzado el escrito. Según se vaticina, este caladero no sólo se mantiene sino que aumenta pero no será por lo que el Partido Popular ha cuidado a su despensa: contamos con el placer de tener varios irresolubles problemas en nuestro barrio (a mi me gusta más barrio que distrito) como es el de las cocheras de la EMT, que desde al menos septiembre de 2007 está en fase de proyecto parado; los Baños del Carmen se han convertido en una zona okupada con cada vez más problemas de seguridad; los columpios tan estupendos que se ven por otras zonas aquí ni se huelen; el carril bici de la zona Este no ha llegado ni parece que vaya a llegar porque electoralmente aquí no hace falta.

Les recuerdo que mi barrio es el caladero, las obras del metro no las sufrimos porque tampoco llegará aquí el metro pues, aunque dicen que hay una línea proyectada, ya verán como será la que se quede sin dinero; en Echeverría del Palo los policías locales recobran la vista con total precisión y ven cualquier vehículo en doble fila con una rapidez inusitada –imagino el simbolito del dólar tras sus relucientes gafas de sol–, verán que son capaces de cargarse a los comerciantes con los que ni siquiera quieren hablar.

Con todo, estos son problemas relativamente menores, lo grave es que aquí no hay donde seguir viviendo salvo emigrar al Rincón de la Victoria porque no se ha planificado bien y la única gran zona verde, Pinares de San Antón, está siendo liquidada por gente que no parece ni que sean santos ni que le gusten los pinares. La culpa es nuestra porque somos incapaces de cortar la carreterilla chica y coger cada uno un extremo de una pancarta que de lado a lado diga: Id a pescar a otro sitio.