Con permiso de los nuevos parados, qué lástima que la política barata convierte una cara idea en una rebaja, valiosa sólo para la «confrontación habitual». Lo de «habitual» de la «confrontación» es tan habitual que ya lo pronunciamos como un sólo vocablo: «confrontacionabituá». Si al palabro le sumamos el «electoralismo», que se desboca en este marzo, resulta que una noticia esperanzadora como la del término de las obras del Museo de Bellas Artes este verano, en el edificio de la Aduana, pierde gran parte de su credibilidad por lo de siempre...

El prado 2

En la foto del paseíllo institucional que llegaba a los periódicos no está el responsable de la Consejería de Cultura (que es del PSOE, sí, pero institucionalmente lo es de todos los andaluces voten lo que voten o no voten ya). Y es una ausencia importante ya que en el registro museístico andaluz de dicha consejería deberá estar inscrito el futuro museo malagueño. El Prado 2, si cumple lo prometido Arenas desde ese encuentro que tuvo con el ministro Wert cuando le vino su feliz ocurrencia, si en verdad fuera una intención sólida y no nos la hubiera contado a veinte y pocos días de las elecciones andaluzas. Pero volviendo a la foto del paseíllo por la Aduana, quienes sí están son: el alcalde, el presidente de la Diputación y el subdelegado del Gobierno. Los tres del PP, sí, aunque institucionalmente se deban igualmente a todos los ciudadanos de Málaga voten lo que voten o no voten tampoco ya, bastante cansados, no de votar, sino de toda esta «confrontacionabituá» electorera y «pa ná».

5001 más

Lástima que la foto recuerde demasiado a aquellas en que sí estaban los representantes socialistas del ministerio y la Junta, entonces ambos socialistas, pero no invitaban al alcalde malagueño, del PP. Si en este tipo de revanchas va a consistir el relevo de los gobiernos con partidos distintos, vamos dados. Éste y otro tipo de comportamientos sí son el gran insulto a esos, por ejemplo, 5.001 parados más que hay en Málaga y a los 207.355 que ya suman en la provincia. Como lo es, por poner otro ejemplo, el abandono a que son sometidas en circunstancias adversas las comunidades de vecinos que no pueden hacer frente en solitario a sus problemas. Es el caso de quienes compraron esas viviendas en la malagueña barriada de Carranque que ahora están heridas de grietas, por alguna de las cuales cabe una mano desarmada y desnuda. El portavoz de los vecinos afectados, Miguel Rueda, ya no sabe a qué administración llamar para que les echen una mano.

Grietas en Carranque

Esta semana han conseguido que el delegado municipal de Urbanismo, Diego Maldonado, apoye su reivindicación frente a la Junta. Pero eso, en una tesitura política como la actual, servirá de poco. Al margen de la buena disposición de Maldonado, de la que no dudo, es fácil posicionarse frente a la administración socialista con una reivindicación vecinal. Por otro lado, no resulta fácil contradecir al hasta ahora delegado de Obras Públicas de la Junta, Enrique Benítez, cuando responde que esas grietas, que probablemente tienen su origen en cierta inestabilidad del terreno, son posteriores a la venta de esas viviendas por la Junta de Andalucía y que, por tanto, no tienen obligación legal de asumir los costes del problema (aunque los vecinos recuerden el compromiso de mejora que se firmó tras la venta). Pero, entonces, para qué están las administraciones ante algo así. Si hubiera sido un terremoto ¿no se establecerían mecanismos de ayuda a estos vecinos? ¿No se puede llegar a acuerdos entre administraciones para echar una mano a quienes están viviendo como un terremoto personal lo que va a pasar con sus casas?

11M

El partidismo sigue asomando la cabeza también en la política nacional. El 11 M, la triste fecha elegida para manifestarse en Madrid por los sindicatos, necesitados de recuperar su imagen ante una gran parte de los parados y de un mayor protagonismo social, es a todas luces un dislate. Y lo están utilizando desde el Gobierno popular para horadar aún más el movimiento sindical, aunque esta vez con razón, pero dentro de una aparente estrategia de acoso y derribo del sindicalismo de clase que no parece responsable ni admisible. Como partidista es la decisión de Rajoy de no presentar los presupuestos hasta después de las elecciones andaluzas, a pesar de las presiones de la Unión Europea, que no se fía de cómo y dónde se recortará y si se invertirá en alguna parte para cumplir con los objetivos de déficit. Aunque con ello alimenta la estrategia del PSOE que, aunque critique esto con razón, no iba a esperar cien días para horadar al Gobierno lo que haga falta con tal de no perder una mayoría suficiente para seguir gobernando en Andalucía, a pesar de que las cifras de paro de febrero, sobre todo en Andalucía, sigan siendo heredadas.

Vicente Ferrer

Por encima de intereses pedestres de quítate tú para ponerme yo, la Fundación Vicente Ferrer ha organizado una gala este martes en el teatro Cervantes fusionando Andalucía e India, y una cena benéfica el jueves. Merece la pena contarles que la causa es que la viuda de ese ángel fieramente humano -a quien tuve la suerte de entrevistar y conocer personalmente-, Anne Ferrer, estará aquí recordando que sigue viva la labor de Vicente, si también echamos una mano… porque hoy es sábado.