Recortes. Lo que se puede ahorrar España en educación le puede costar muy caro en el futuro. Sacrificar inversión en un país que, precisamente, está a la cola de inversión por alumno no parece, a priori, la mejor idea, cuando existen otros capítulos en los que sería posible meter la tijera. El afilador del PP prepara la rueda de piedra. El sonido de esa flauta sí que produce escalofríos y más de uno echa a correr.

Aún parece pronto para conocer la letra pequeña de la reducción presupuestaria anunciada para educación, pero 3.000 millones son muchos millones. Los sindicatos sospechas que se reducirán las plantillas de profesores y se aumentará la ratio, es decir, el número de alumnos por cada aula. Básicamente, afectará a la calidad de la enseñanza, precisamente ahora que parecía que los alumnos andaluces levantaban cabeza.

Pueden parecer aún cifras elevadas, pero sin duda que es meritorio que la tasa de fracaso escolar en Andalucía se haya reducido en siete puntos y medio en cinco años. Los éxitos en educación son lentos, sin embargo, las medidas puestas en marcha por la Junta están dando los primeros frutos. En 2005, el índice de repetidores era del 34,8% y en 2010, según los datos del Ministerio, del 27,3%. Andalucía es, además, la tercera comunidad autónoma que más ha progresado en esta importante asignatura pendiente. ¿Cómo lo ha conseguido? Educación atribuye estos buenos resultados, principalmente, a las clases de apoyo y refuerzo educativo que se dan por las tardes.

Pues esos programas de acompañamiento o de refuerzo educativo, de compensación docente, podrían verse comprometidos si finalmente se lleva a cabo los recortes anunciados. Y, por consiguiente, los más afectados serán los alumnos con necesidades educativas especiales.

Más de diez mil escolares de la provincia de Málaga reciben este curso clases de refuerzo educativo en los centros donde estudian para mejorar sus resultados académicos. ¿Qué hacemos con ellos? ¿Puede permitirse el lujo nuestra sociedad de perder esta generación de estudiantes? ¿Y las próximas? Con todo el tiempo que cuesta que se vean resultados positivos en educación, todo hace indicar que no. Que precisamente, la mejor inversión para salir de esta crisis económica está en la formación, en la investigación y en la innovación. Por eso tampoco se entiende demasiado bien que el Ministerio de Educación suprima los Campus de Excelencia Internacional.

Wert se está convirtiendo en un caballo como el de Atila y cada vez que habla sube el pan, y el pan, precisamente, ya está muy caro. Y eso que es un producto de primera necesidad. ¿Quién hace sonar la flauta del afilador? En España siempre se ha considerado de mal agüero escuchar el sonido de la tradicional siringa que anunciaba el paso de un afilador de tijeras y cuchillos. Los recortes parece que no tienen límite.