Vendo números frescos, pero no compra nadie. 5.639.500 es el de parados que ya hay en España, según la última encuesta de población activa. 1.329.600 es el de Andalucía (81.000 más que en el anterior trimestre), ni más ni menos que la tercera parte de quienes podrían trabajar. Y 1.728.400 es el número de hogares españoles con todos sus componentes en paro. Aunque quizá el más difícil de vender de todos sea el 50,5, porcentaje de jóvenes en paro. Por primera vez los jóvenes parados superan a los que trabajan, aunque muchos lo hagan en condiciones peores que las del antes denostado y ahora anhelado mileurismo. Les cuento algo….

Alfombra de cáscaras

Llevé a mi niño el otro día a uno de esos parquecitos infantiles que felizmente nos han ido floreciendo en los barrios, aunque algunos mal mantenidos y muchos otros mal tratados por los adultos que absurdamente los invaden -esa inmadurez que les lleva a «okupar» islas de infancia bastaría para llevarles al psiquiatra antes que al turno de oficio-. El piso acolchado, creo que era azul, estaba alfombrado de cáscaras de pipas y algún cartón de pizza usado. Las parejitas adolescentes ni siquiera se apartaron al intentar yo que el chiquitillo se agarrara al cordaje para llegar a lo alto del pequeño tobogán amarillo. Parecía que mi hijo y yo fuéramos fantasmas a sus ojos, aunque no pudiéramos atravesarles para jugar un rato. Les recriminé con exquisita amabilidad y una sonrisa que surtió efecto. Como figuritas del futbolín que estuviesen atravesadas por una barra, impávidos, se movieron en paralelo algunos pasos atrás hasta dejar libre la isleta de los cacharritos, casi sin mirarnos, casi como si sólo fuéramos un golpe de brisa que les hubiera retrasado un par de metros.

Hijos de la abundancia

Anteayer me encaminaba a la Delegación del Gobierno andaluz invitado a una bonita iniciativa llamada «Docentes que dejan huella» (mírenlo en la web, se trata de recordar a aquellos maestros que nos hicieron mejores educándonos en la escuela). Iniciativa que ojalá no se utilice como una respuesta partidista a los, por otro lado, infames recortes gubernamentales en Educación, sino como una iniciativa institucional. A pocos metros de mi destino (vaya título para una película del Festival) me encontré con un indigente más sentado en el suelo con un cartelito entre las piernas. Cuál no fue mi asombro cuando le veo levantarse con dificultad y arrojar el cartón usado de vino barato a la papelera que hay junto a una parada del autobús. Luego volvió a sentarse en el suelo. No quiero simplificar el juicio pero aún tenía en el recuerdo a los chicos con sudaderas de marca del día anterior. La reflexión inmediata era clara: los hijos de la abundancia tan mal educados y la nueva indigencia de la crisis aún con su antigua educación.

Vampirizados

Todo es reflejo de todo, causa y efecto. Hollande acusa en Francia a su adversario Sarkozy de querer captar sin pudor a los votantes de la ultraderecha, y Sarkozy le acusa a él de captar votos islamistas en las mezquitas (pobres inmigrantes pobres, siempre en medio, y ahora en España sin médicos que les atiendan). Ambos candidatos a la presidencia gala pisan con fuerza los territorios más delicados de la sociedad, sin importarles las consecuencias que el barro de sus suelas tenga en las conciencias de quienes les observan. Tampoco en Europa parece importar que mientras la austeridad nos impulsa a los seis millones de parados (además de los errores cometidos por unos y otros a favor del dinero contra la vida misma), se pueda poner ahora de moda el llamado Crecimiento, eso de inyectar dinero público en la economía, y no sólo en los bancos, que siguen sin estar saneados a pesar de la liquidez que llevan succionada, vampiros insaciables o anémicos de la sangre ajena que luego nos venden tan poca y cara como propia.

Digos y Diegos

El debate de los presupuestos esta semana entre Montoro y Rubalcaba, sobre todo, constata una y cien veces que los antiguos políticos no son de este mundo, cada vez menos un mundo de todos, por otra parte. No son del mundo del parquecito lleno de cáscaras y de columpios sin columpio (como el museo de las joyas sin joyas, Art Natura, la última vergüenza de esta Málaga cada vez menos nuestra también), no del mundo del indigente que bebe con la ropa sucia en el suelo de la Alameda pero que tira el tetra break usado a una papelera. La política española es el resumen de un señor que donde ahora dice Digo hizo de Diego hace unos meses, y de otro que se limita a echar la culpa de lo que se ve obligado a hacer como ministro al que lo fue antes en una letanía que no parece tener final, incluso aunque ahora el nuevo gobierno haga lo que prometió que no iba a hacer y lo que antes le criticaba al anterior, como acaba de ocurrir con el acercamiento de presos etarras. Y es lo que hay.

Como a idiotas

Lo que habrá el año que viene lo ha dejado claro Analistas Económicos de Andalucía, la consultora de Unicaja. El PIB andaluz caerá hasta final de año al 2,5 y el paro superará el 34%. Eso sí, quizá en 2014 se empiece a remontar… Mejor la verdad que el desprecio de tratarnos como a idiotas mientras todo iba empeorando. Mejor parece que está el Rey de su nueva luxación de cadera. Sólo es coincidencia que el Festival clausure esta noche con la película Adiós a la reina… Porque hoy es sábado.