Que el 15M haya obtenido esta semana 19.000 euros en sólo 14 horas a través de internet para querellarse contra Bankia abre un camino civil no transitado hasta ahora en nuestra democracia. Que un puñado de malagueños haya impedido ayer, al menos temporalmente, un desahucio escandalosamente injusto, aunque legal, da esperanza en una

futura sociedad civil alejada de la que representa ese neonazi, también legal, que ha abofeteado vilmente a una mujer en un programa de televisión en Grecia…

7%. El tipejo se llama Kasiriadis y pertenece al partido nazi de nombre insoportablemente cursi e inquietante, Amanecer dorado, que obtuvo el 7% de los votos en el parlamento recién disuelto. La señora abofeteada -que se levantó para defender a otra a la que el energúmeno había arrojado a la cara un vaso de agua durante la emisión del programa- era una exdiputada de la izquierda griega llamada Liana Kanelli. Mirando el vídeo de lo ocurrido, sorprende que el miedo atenace a los demás debatientes sentados a la misma mesa, que casi no hacen nada para evitar el empujón y la posterior bofetada de la violenta cría de la serpiente que enseñó su lengua bífida, por un lado del apéndice un impecable traje y por el otro la violencia en su estado más primario y desagradable.

9.000 millones. Por supuesto que entre observar a Fátima Báñez gritar «Viva la blanca paloma» como ministra de Trabajo, no como visitante particular en la aldea de El Rocío, y mirar a ese político neonazi electo golpear a una mujer en antena hay una gran diferencia, pero ambas anécdotas son contradicciones de un mismo sistema democrático presuntamente aconfesional, moderno y de Derecho. Por supuesto que es una anécdota reveladora e inofensiva la segunda, y absolutamente intolerable y muy preocupante la primera. Como son anómalas las reacciones políticas en casos como la necesaria investigación de lo sucedido en Bankia y en otras cajas, ahora que sabemos que también las fusionadas Novagalicia y Catalunya Caixa piden 9.000 millones de euros para sanear sus activos. Una vez abierta la veda, por qué no pedir por esa boca con dientes de ladrillo.

19.000 euros. Como son anómalos los cierres en falso en el Parlamento de asuntos como el de la comparecencia del presidente del Supremo y del CGPJ, Carlos Dívar, que quizá empieza a darse cuenta ahora de que una dimisión a tiempo le hubiera ahorrado el calvario moral que le espera, a pesar de estar más que bien escoltado por ser aún la cuarta autoridad del Estado. Incluso el responsable del TSJA no ha confirmado las supuestas citas esgrimidas por Dívar para justificar algunos de esos largos fines de semana costeados a base de dietas a cuerpo más de rey que de jurista. Tampoco los ayuntamientos de Málaga y Marbella han fechado los encuentros oficiales con Dívar. Y el juez decano de Málaga, un serio José María Páez, se mostraba esta semana firme y sin matices a la hora de pedir transparencia en este asunto, dejando claro que la labor de servicio público del trabajo judicial está muy alejada de comidas y visas…

8.000 euros. Mientras la sombra del rescate europeo de quizá 100.000 millones de euros para los bancos planeaba ayer sobre España, un padre de familia, Francisco Ramírez, que debía sólo 8.000 euros por un préstamo que había avalado con su hipoteca, preocupado por el desarraigo escolar de sus tres hijos, seguía en estado de shock esperando que vinieran los verdaderos hombres de negro, no los de la broma de Montoro, a arrojarle de su casa de Cártama. Al mediodía, cuando ya la plataforma de afectados por la hipoteca y vecinos habían parado por ahora el drama. La prima de riesgo volvía a ponerse casi en los 500 puntos básicos y sin embargo subía el ÍBEX, en una insoportable yenca que nos hace a todos evadirnos más que nunca con la excusa del partido de la roja de mañana contra Italia en la Eurocopa…

20 millones. En Jerez y la sierra gaditana la Guardia Civil ha sacado a la luz en la llamada operación Picones que dos hermanos y un primo, la familia es la familia, cobraban por contratar de manera fraudulenta a falsos trabajadores que cotizaban y cobraban subsidios y ayudas por ello. Son los últimos coletazos de la resaca de la abundancia pasada que nos ha puesto en evidencia como habitantes del país de la picaresca. Resaca que nos está costando tan cara como todo lo que llevamos gastado en el interminable juicio del caso Malaya que por fin va terminando. Así que no sólo nos han robado a espuertas, sino que nos está costando carísimo demostrarlo. Una niña canadiense de 12 años llamada Victoria explica en internet cómo la banca privada ha endeudado a su país con ayuda del gobierno. Cómo encajar la lucidez de su discurso y al mismo tiempo soportar tantos recortes en sectores básicos, por mucha demagogia que nos acusen de hacer algunos al plantearlo. Andrés Rábago El Roto grita en su última viñeta que nos exigen más austeridad desde los suntuosos palacios. La Junta no critica el informe de la guardia civil en Jerez como critica el de los ERE. Hay casi 20 millones de dinero de los malagueños que la constructora Baensa obtendría de indemnización, por la tardanza del ayuntamiento en habilitar unos terrenos junto al ruinoso oratorio donde el pobre Torrijos pasó su última noche. Queda poco de su romanticismo… Porque hoy es Sábado.