La historia de la humanidad es la historia de la explotación y el esfuerzo por controlar el entorno ambiental, por ello, el progreso de la actividad humana conlleva la transformación del medio ambiente, la explotación intensiva de recursos y bienes naturales no renovables, la masiva acumulación de residuos; así como, la alteración de las cadenas energéticas, los espacios naturales y las especies silvestres.

La noche de San Juan en Málaga, coincidiendo con las vacaciones escolares, sirve para la inauguración oficial del verano en la Costa del Sol. Nuestra Provincia fue visitada el pasado año por nueve millones de turistas, una cifra muy significativa, para hacernos una idea, es aproximadamente el mismo número de turistas que recibió Brasil en 2011, un país de gran extensión y atractivo turístico. Por ello, es necesario fomentar un turismo responsable de las personas que durante el periodo estival «invaden» nuestras playas buscando legítima y merecidamente un días de recreo junto al mar.

El medio ambiente es un espacio físico donde lo artificial se confunde con lo natural. Nos enfrentamos a la urgencia de emprender cambios y de asumir responsabilidades desde todos los sectores sociales, tanto a nivel individual como colectivo, para propiciar la compatibilización de las actividades humanas con la conservación de la naturaleza.

Las actuaciones individuales son muy importantes. Podemos contribuir a la calidad del agua y la arena de nuestras playas desde nuestros hogares, no arrojando por el baño residuos inorgánicos, como por ejemplo, bastoncillos de los oídos, por no citar otros más desagradables, que curiosamente nos encontramos a veces en nuestros paseos por la orilla de la playa. Además, contrariamente a algunos mensajes publicitarios, no existen las toallitas higiénicas biodegradables, más bien, son «biodesagradables» y además, atascan las estaciones depuradoras de aguas residuales.

Especialmente debemos ser cuidadosos cuando nos acercamos a la playa con los residuos que son muy difíciles de recoger por los servicios de limpieza, como las colillas. ¡Sería necesario cribar la arena de toda la playa para recogerlas! También cuando buscamos lugares apartados de la costa para pescar o estar tranquilos, de difícil acceso y sin papeleras, debemos llevarnos nuestros envases vacíos, si los dejamos allí, puede que se acumulen durante años desvirtuando bellas zonas de nuestro litoral. Esperemos que cuando amanezca el día de San Juan y estrenemos verano, nuestras playas luzcan limpias y no haya resaca de residuos, sino de oleaje de Levante en todo caso.

El pasado día 8 de Junio, celebramos el Día Internacional de los Océanos. El mar abierto es casi un desierto, surcado por grandes peces, tortugas y mamíferos marinos. La vida se concentra en sus orillas, donde la luz del Sol penetra hasta sus fondos arenosos y rocosos, permitiendo la proliferación algas y plantas marinas, base de la cadena alimenticia de nuestro mar de Alborán. Pero también el medio costero, lugar de encuentro de la tierra y el mar, por su accesibilidad, es la zona más vulnerable a las acciones humanas, durante mucho tiempo hemos considerado nuestra costa como un vertedero barato, donde todo se disuelve, o una despensa inagotable donde podemos pescar de cualquier manera.

Numerosas especies se acercan en esta época veraniega a la costa para reproducirse, tal es el caso de las pintarrojas, los tiburones más pequeños del litoral malagueño. En los acuarios del Aula del Mar esta semana hemos tenido varias puestas de este tiburón que habita las aguas malacitanas, sus huevos son conocidos como «bolsos de sirena» porque tienen un asa en espiral para engancharse a corales y algas, son translúcidos y permiten observar cómo se mueve el embrión en su interior sin necesidad de una ecografía.

Los problemas ambientales tienen un importante trasfondo social, por ello, los espacios litorales deben ser considerados también escenarios sociales, es decir, ser considerados como un socioecosistema. Participar significa tomar parte, debemos actuar de manera individual y comunitaria a favor de la calidad ambiental de nuestras playas y la conservación de los recursos naturales. Un instrumento importante para ello, es la Educación Ambiental de la población residente y visitante, con el objetivo de promover un vínculo de respeto y armonía con nuestro entorno.

Juan Jesús Martín es el presidente de Aula del Mar-Málaga, Asociación para la Conservación del Medio Marino