El Sr. Gerardo Díaz Ferrán ha podido comprobar en carne propia lo que supone ser puesto a disposición judicial en plan Julián Muñoz, y me imagino que para él fueron sus primeros pensamientos una vez introducido en la parte posterior del vehículo policial que lo llevaba a comisaría.

Sr. expresidente de la CEOE, recordará usted aquello que de forma asertiva nos dijo en 2010: «Hay que trabajar más y cobrar menos», dando a entender que la culpa de la crisis es del sufrido ciudadano raso y ya veo por qué para usted no había crisis. Pero la ruleta de la vida es caprichosa, eso sí, siempre tendrá a mano viejas amistades otrora bien situadas, aunque mucho me temo que poco o nada van a poder hacer, a no ser, claro está, que tenga algo que decir o que confesar en sede judicial, que altere sobremanera la tranquilidad de alguna «ex» de la que usted era acérrimo fan.

Pero no, no piense que este tropiezo con la Audiencia Nacional, o el que le espera a usted y a Miguel Blesa en el Juzgado de Instrucción nº 9 sobre un crédito fallido de 26,6 millones de euros en Bankia cuando era consejero delegado de la entidad, o el que tiene pendiente y le sentará en el banquillo en febrero por el tema de Aerolíneas Argentinas, se van a quedar en agua de borrajas. Y tampoco espere, a pesar de los intentos, que dimitan los jueces y así dilatar artificialmente los procesos para que vayan prescribiendo, porque ese privilegio y el don de la adivinación lotera solo lo tiene Carlos Fabra.

Díaz Ferrán no es Carlos FabraFrancisco Javier España MoscosoMálaga