'Antes disfrutaba trabajando'

Siempre me ha gustado ser servidor público. Atender con imparcialidad a la ciudadanía, siendo consciente de que, por lo general, no conocen ni sus derechos ni sus obligaciones, procurando ponerme “del otro lado de la mesa” y atender como me gustaría ser atendido. Y durante mucho tiempo lo he dado todo por que eso fuera así. Incluso excediéndome, lo admito, a veces de mis concretas funciones, pero siempre con vocación de servir. No quiero poner ejemplos, ni ser ejemplo de nada ni para nadie. Soy consciente de que, como cualquiera, habré cometido errores.

Pero poco a poco te das cuenta de que todo eso no sirve para nada. Absolutamente. Ni formarse, ni la experiencia, nada. Que los méritos son otros. Hay otros criterios. Y eso te desmoraliza, te “quema” y acaba afectando a tu día a día en el trabajo. La desmotivación es absoluta. ¿De qué sirve esforzarse? Te sientes marginado, ninguneado, maltratado.

Ya digo: antes, y no ahora, disfrutaba trabajando.

Wenceslao Alonso Nieto. Málaga