Hoy toca hablar del libro (para qué salirnos del guión). ¿Qué es un libro? Un pequeño paquete de celulosa, que se obtiene cortando, prensando y cociendo árboles. Se divide en hojas, como los árboles de los que viene. Sobre cada hoja se disponen cadenas de signos, que evocan palabras, que a su vez evocan ideas, que a su vez vienen del chisporroteo más o menos organizado de la masa encefálica. El libro se usa para transferir chisporroteos de una masa cerebral (chisporroteos: ideas: palabras: signos) a otra masa cerebral (signos: palabras: ideas: chisporroteos). Se trata de una transmisión personal, de sujeto a sujeto. El receptor, normalmente sentado, mete la cara en una celdilla ideal, formada entre el libro abierto y su cabeza (un cubo de aprox. 30 x 30 x 30), y ahí se va electrocutando en pequeñas dosis, aislado del mundo y en tête a tête (nunca mejor dicho) con el verdugo-escritor.