Tremendo salto mortal el de este comentario en una red social: «Si la Unión Europea abruma ahora a los españoles con exigencias de subidas de impuestos y con recortes de pensiones, recursos sanitarios, etc., es porque unos cuantos ladrones españoles han robado el dinero que la Unión Europea ingresó en las arcas del Estado precisamente para mejorar nuestra sanidad, nuestras pensiones, nuestro sistema educativo. La solución seguramente no es salir de la Unión Europea. La solución es que esos ladrones respondan ante los tribunales de Justicia y devuelvan el dinero robado a los españoles y a los europeos».

Las redes sociales no tienen brida ni necesariamente solvencia, todo cabe en ellas con el mismo protagonismo, neurona y grasa, pero hay chispazos que disparan con sentido común y rabia…

Huele mal

Ese tufillo de discernimiento indignado por internet ha llegado a pestazo a podrido con el asunto de las dietas de los portavoces de los tres grupos del Parlamento andaluz y del presidente, Manuel Gracia. En cuanto el periodismo -y un periodista, Antonio Fuentes- sacaba a la luz esta semana que el 20 de marzo se había acordado a la chita callando una subida de unos 400 euros mensuales en dietas, la red reventó. Y mucho me temo que, en un terreno tan abonado al rechazo a esta clase política, la anécdota racimo no haya terminado de explotar. Ni siquiera porque, según se ha pretendido escenificar, Griñán haya ordenado al presidente del Parlamento practicar la marcha atrás, respecto a subir las dietas se entiende. El asunto sale a la luz la misma semana que hemos conocido que el presidente valenciano se gasta 20.000 euros, de dinero público, en pagar a su preparador físico, asunto que se ha justificado con la irrespetuosa estupidez de que eso demuestra que quiere estar en forma para servir a los ciudadanos. Y la misma semana que hemos sabido que los gin tónics son más baratos en el bar del Congreso para sus señorías.

400 euros

Subida pactada de 400 euros de dietas para los portavoces del parlamento andaluz cuando las previsiones internacionales hablan de que el paro podría llegar al 40% en Andalucía. La misma semana en que conocíamos el informe de la UDEF (la Unidad policial de Delitos Económicos y Fiscales) donde se demuestra de manera expresa que la ministra Ana Mato y su familia se beneficiaron de más de 50.000 euros en viajes gratis que pagaban los chicos de la Gürtel. Hacienda va más lejos en el informe remitido al juez Ruz, fue el mismísimo Correa quien pagó con su tarjeta Visa un viaje a Euro Disney de la ministra y uno de sus hijos en 1998. Todo en la misma semana, en la misma.

Infierno

La misma semana en que Dan Brown ha venido a presentar Inferno, su último best seller. Pero a pesar del título no se refiere a ninguna trama ni asunto de los sabidos esta semana. La misma semana en que Griñán ha venido a Málaga a poner la mano por Fujitsu, mientras nadie parece ponerla ya por Isofotón. La mano la puso el presidente andaluz en el escáner de uno de esos cajeros automáticos que está fabricando la multinacional nipona en sus instalaciones del polígono del Guadalhorce, en Málaga, cajeros que te leen el entramado de vasos sanguíneos de la mano cuando vas a sacar dinero. No es ciencia-ficción, ya nada lo es. En Brasil y en Japón se están utilizando. El sistema mejora el actual de inserción de tarjeta de crédito por la ranura, y facilitaría que quienes han metido la mano en un cajero que no era suyo, de una u otra forma, fueran identificados a la hora de poner la mano en el fuego de algún cajero para llevárselo calentito de cuando en cuando. El asunto de la manita de Fujitsu da mucho juego literario. No es lo mismo, por ejemplo, imaginarse a Correa invitando con su tarjeta Visa a Ana Mato, que literalmente diciéndole a la actual ministra: «Aquí pongo por ti la mano».

No hacer sangre

Qué fácil, en todo caso, nos resulta poner la mano. Pero toda ironía sobra porque hay demasiadas familias que sobreviven con unos 400 euros, agotado el subsidio y con todos sus miembros en paro -más de 90.000 en España-. Y 400 euros son los que habrá que devolver si la marcha atrás del Parlamento andaluz sobre la subida de las dietas es retroactiva. Quienes las hayan cobrado lo han hecho desde finales de marzo (en abril el presidente cobró por eso 400 euros, los secretarios de los grupos parlamentarios 1.200 euros cada uno y en otros pagos la cantidad total fue de 3.720 euros). El vicepresidente Valderas, de IU, ha pedido que «no se haga sangre» con este asunto. ¿A quién?….

Resulta curioso que esto haya servido para que muchos conozcan los sueldos de los parlamentarios y del presidente de la cámara andaluza, aunque sean públicos. 3.020 euros al mes cobran los parlamentarios rasos y 6.596 euros el presidente de la cámara, antes de la subida. A algunos les parecerá poco. A muchos, mucho. Pero no por demagogia fácil, sino porque los cobran los políticos de una comunidad con una tasa de paro que sí hace sangre, mucha sangre, a quienes la padecen. Salen caros...

Porque hoy es sábado.