A finales de 2012 tuve la oportunidad de acudir a una rueda de prensa que convocó el PSOE de Málaga en la zona de la Carretera de Cádiz. Fue en la calle, junto a una zona de aceras anchas donde por las tardes suelen jugar al fútbol los chavales. Se abría una pequeña placita en la que había una peluquería, un ultramarinos y, seguramente, un chino 24 horas. Se convocó aquello para hablar sobre la limpieza de la ciudad y de los barrios. Pensé que el sitio, sucio como un solar abandonado en el Centro, lo habría escogido la oposición para hacer daño. Ese día se sucedieron cientos de fotografías desde cantidad de lugares distintos en la ciudad. El PSOE pedía que los malagueños denunciaran la suciedad de sus calles. Terrible. Mientras que el Centro parece que lo friegan todas las mañanas y nadie lo pisa hasta que esté seco, los barrios periféricos -tan cercanos al Centro como El Perchel o La Trinidad (que son dos barrios distintos)- reciben esporádicas visitas de los chicos de la limpieza.

Hace años se escuchaba ese eslogan que decía: «Málaga más limpia, más guapa». Ahora estamos en el camino de lo contrario; de una ciudad en la que sus barrios no tienen ni una gota de agua que llevarse a las aceras y que crían mugre. Ahora estamos en el camino de lo contrario; de una ciudad en la que sus barrios crían mugre y que cualquiera diría que no tienen ni una gota de agua, por más que Limasa indica los litros que se dedican a cada distrito. Espero que sus datos sean más fiables que los de su web. Dando una vuelta por ella el otro día topé con una frase maravillosa y que, por si no tenía suficiente con el resto, afirmaba que: «Limasa brinda además, la información sobre los trabajos ya realizados con un amplio detalle. La puedes consultar pinchando aquí». Lo dejo tal cual, porque si pinchas en el papel, como yo pinché en el ordenador, te va a salir exactamente lo mismo que a mi: «Error, página no encontrada». Otra página traspapelada más en la limpieza de la ciudad.