SAN JOSÉ MARÍA REDENTOR

Lugar; Club Siglo XXI. Ponente; D. José María Aznar. Concurrencia; se pasó lista y no faltó nadie.

Es cierto porque asistieron todos; los periodistas más entusiastas; los empresarios agraciados con la lotería de las concesiones a dedo, Arturo Fernández incluido; los compañeros de partido más afines y otros que los son menos y tuvieron que disimular cohesión donde no la había y cómo no, Esperanza Aguirre intentando hacerse ver y sentir. Entre las ausencias más destacables está la de Alejandro Agag y la de Francisco Correa, gran amigo y ya veremos más adelante si también socio del «yernísimo» del expresidente.

Con un rictus hierático y un deje de español viajado por la Tejas profunda, Aznar hizo un discurso plagado de recetas populistas, que con toda seguridad esconden otras de carácter neoliberal mucho más restrictivas; aunque lo más llamativo fue el regusto que dejó en el respetable, que podemos resumir en un: «Ojo, que si las cosas se ponen peor, aquí estoy yo»; tampoco faltó en su discurso un intento de regeneración de la clase política, eso sí, dando a entender que él es el ejemplo a seguir.

Me aventuro a decir que el santoral ha ganado un nuevo integrante, San José María Redentor.

Francisco Javier España MoscosoMálaga

Un mundo mejor

¿Cómo definiríais la sociedad actual? Supongo que la mayoría de vosotros empezareis a criticar todo aquello que os parece mal, otros muchos dejareis a las nuevas generaciones como las culpables de una sociedad mediocre y los restantes, una minoría, la mostrareis desde una perspectiva optimista. Con esto podemos ver que la mayoría de nosotros vivimos culpando a los demás de algo tan común como una sociedad. Culpar a los demás es el mayor error que podemos cometer, bien lo dice el dicho: «Si quieres que los demás cambien, empieza por cambiar tú». Una verdad muy cierta. Todos podemos construir una sociedad mejor, si cada uno aporta su grano de arena. Por más que parezca que nada puede cambiar, que todo va a peor, ¡es mentira! Hay muchísima gente increíble ahí fuera, que lucha, en definitiva, por un mundo mejor. Es verdad, estamos rodeados de antivalores. Esto debe motivarnos a no tirar la toalla, a seguir adelante con optimismo. Si todos nos esforzáramos por ser mejores, otro gallo cantaría. El ejemplo es la mejor forma de llegar a los demás, de demostrar que podemos construir, entre todos, un mundo mejor.

Mª Paz Roy PratsMálaga