La natalidad ha caído en España casi un 13% desde el inicio de la crisis, y esto ha hecho saltar las alarmas. Cada día me cuesta más trabajo nadar contra corriente, pero la verdad es que me parece bien. Somos ya 7.000 millones en el mundo, y vamos agotando los recursos poco a poco. En España aún tenemos una densidad de población llevadera, y desde luego no debería ir a más. Durante un tiempo esto planteará problemas de financiación de los pasivos, de envejecimiento del tono vital y de pérdida de impulso, pero no es lógico resolverlos con la fuga hacia delante de la natalidad. Si fuera imprescindible rejuvenecer, abramos un poco más la mano con la emigración. Me confieso bastante malthusiano, y además creo que la historia va dando la razón a Malthus. Su único error está en la idea de que la sobrepoblación acabaría con la humanidad. Antes de que eso ocurra la humanidad acabará con todo.