La Feria de Málaga. Mucho se ha dicho estos días sobre la Feria de Málaga, que si el botellón, que si la suciedad, los peñistas que no quieren botellón en el Real, las quejas -con toda la razón del mundo- de los vecinos del centro histórico… Y el problema no es la Feria, el problema es la falta de civismo de una parte considerable de la sociedad malagueña. Encontrar basura en las calles de Málaga es habitual, con la excepción claro está de calle Larios, de la cual el alcalde de Málaga se encarga de que esté bien limpia, no obstante es nuestra «calle escaparate». Ver a gente mear en la calle en cualquier esquina, portal, rincón… es habitual. Ver a gente, de cualquier edad, tirar los papeles al suelo es habitual. Encontrar papeleras destrozadas o tiradas en el suelo, es habitual. Tirar los chicles al suelo… es habitual. Ver caca de perros en la puerta de tu casa es lo habitual… Y ese es el verdadero problema de Málaga. Y ese problema no es solo de la feria, ocurre todo el año, el problema es que en feria es cuando se reúnen todos los guarros de Málaga en el centro histórico.

Respecto al botellón, reconozco que es difícil encontrar una solución, lo que sí tengo claro es que hay muchos matices. Como decía Damián Caneda, no a todos los jóvenes les gustan las sevillanas y los verdiales. Yo añadiría, a la mayoría. Y tampoco todo el que acude a un botellón acaba borracho, vomitando u orinando en la calle.

¿Prohibir el botellón? Pero si aquí bebe todo cristo, ¡cómo vamos a pedir responsabilidad a los jóvenes! ¿Soluciones? Quizás bajar los precios, acotar zonas concretas, habilitar un mayor número de papeleras y servicios, mayores controles sobre los menores de edad y lo más difícil de todo, algo de civismo. Mientras tanto le deseo toda la suerte del mundo al Ayuntamiento de Málaga para que sea capaz de encontrar una solución a algo que se repite año a año y en el que repito hay muchos matices. Como decía al principio de esta reflexión, el problema no es la Feria de Málaga, el problema es la gente.

Jesús Martín Ostios,Málaga