Acerca de la propuesta de Duran Lleida, Rajoy dice no saber qué es eso de la tercera vía, y Artur Mas tampoco parece mostrar interés en ella. Sin embargo (y al tiempo me remito) las cosas irán por ahí o al desastre. Con carácter general la tercera vía es una tierra de nadie entre dos combatientes, en la que se puede jugar a algo civilizado, y no a matarse. La tercera vía entre reforma y ruptura fue la transición española, de la que hoy tantos reniegan, porque es fácil hacer política en tiempo pasado, a plaza vacía, sin el morlaco astifino y de mirada aviesa en el ruedo. Si acierta en la tercera vía, ahí sí puede asombrar otra vez al mundo España, acreditando que el pasado ha pasado. En el caso, la tercera vía es, simplemente, que Catalunya siga formando parte de España, pero de otro modo, un modo hoy no previsto en la Constitución. Cuanto antes se pongan todos en esa suerte será mejor.