El patriotismo es una de las pasiones más naturales y espontáneas que hay, y también una de las que más mortandad ha causado a la humanidad. El cantante catalán Albert Plá había declarado, días antes de una actuación en Gijón, que siempre le había dado asco ser español, y esto ha desatado una tormenta patriótica. Si alguien quiere saber lo que es la provocación de verdad, metiendo los dedos en varias heridas, y a la vez sentirse conmovido por la belleza, debe escuchar «Supone Fonollosa», de Albert Plá. Plá es así, y es un gran artista. Tras decir lo del asco, ha propuesto que en Gijón «se estudie catalán por cojones, como en Catalunya», lo que da el tono de la cosa. La única receta frente al patriotismo, sea catalán o español, es la tolerancia, el liberalismo y el sentido del humor. El terreno en que no florecen estas plantas se acaba convirtiendo antes o después en un campo de batalla.