a participación de futbolistas extranjeros en la selección nacional, salvo en el caso de Marcos Senna, nunca han servido para ganar un título internacional. En las dos Eurocopas recientes, ni en la del 64, salvo la citada excepción, ni en el Mundial de Suráfrica, el equipo español no contó con el auxilio de las grandes estrellas foráneas. No logró grandes éxitos ni siquiera con Kubala, Di Stéfano y Puskas. La campaña para alinear al brasileño Diego Costa parece montada para explicar que el equipo nacional no tiene otra solución que su presencia en la delantera mundialista. En los años veinte con España se alinearon Chelin Galatas, uno de los creadores de la urbanización Las Fuentes de Alcossebre, y Paulino Alcántara, delantero que pasó a la historia por romper la red de Burdeos con un chutazo impresionante. Ambos nacieron en Filipinas, pero eran de familia española. España fue eliminada por Mussolini y la aceptación del árbitro suizo Mercet en el Mundial de 1934. El juez fue suspendido a perpetuidad por su federación. Allí no hubo extranjeros como tampoco en Amberes cuando se ganó la medalla de plata. Si hubo un español de nacimiento (Valladolid), y de madre española, pero de padre suizo, diplomático, jugador del Real Madrid junto a Santiago Bernabéu, Adolfo Mengotti, que renunció a la selección española y con Suiza ganó medalla de plata de los Juegos Olímpicos de París en 1924.

España acudió al Mundial de Brasil, en 1950, sin la ayuda de oriundos como había hecho Italia en 1934 y 38. Con sólo nacionales se obtuvo la cuarta plaza. Para el Mundial de Suiza, en 1954, el conjunto español no logró clasificarse a pesar de la ayuda de Kubala. Contra Turquía fue alineado en Estambul donde se perdió por 1-0. Hubo que jugar desempate en Roma. Tras la igualada a dos tantos se disputó la prórroga y, finalmente, la mano inocente de un niño, el denominado «Bambino» extrajo la papeleta de Turquía. Esta vez no jugó Kubala a causa de un falso telegrama de la FIFA que prohibía su participación. Kubala había sido internacional, caso único en la historia, con Hungría y Checoslovaquia. El hecho fue uno de los que impulso, posteriormente, a la FIFA a prohibir que un jugador fuera alineado en más de una selección. Por ello, ahora, la Federación Española haya tenido que solicitar a la Confederación Brasileña certificado de que Diego Costa no ha jugado partidos oficiales.

La mayor sorpresa se produjo con la eliminación española en la fase previa del Mundial de 1958. En Madrid se empató a dos goles con Suiza y en el equipo formaron Heriberto Herrera, foráneo, y en la delantera, juntos, Kubala, Di Stefano y Suárez con Miguel y Gento de extremos. Por el contrario en esa ápoca hubo dos jugadores españoles internacionales con la URSS. Agustín Gómez, uno de los niños llevados allí durante la Guerra Civil, y posteriormente, miembro del Comité del PCE. Fue el defensa que marcó a Kubala en debú de éste con Checoslovaquia. También fue defensa Juan Usatorre hijo del coronel republicano del mismo nombre y exiliado. Usatorre fue internacional, pero nunca en partidos oficiales por decisión política. En aquellos años fue ídolo del hockey hielo Valery Jarmalov, hijo de Carmen Orive Abad, quien viajó a la Unión Soviética en el mismo barco que Clara Aguirregaviria, madre del baloncestista Chechu Biurukov. Con las mismas estrellas se perdió la Primera Copa de Europa de Naciones. En esos años también llegaron a la delantera Rial, español de origen y Eulogio Martínez, nacionalizado. Para las eliminatorias del Mundial del 62 se incorporó Pepe Santamaría, uruguayo de ascendencia española, de familia teatral exiliada. En esa fase fue incorporado Ferenc Puskas. A la fase final del mundial de Chile se viajó con Di Stéfano, que lesionado no pudo jugar. La participación de Puskas tampoco fue fundamental como tampoco la de Eulogio Martínez. Los dos goles del equipo los marcaron Peiró y Adelardo.

La Eurocopa del 64, disputada en España no contó con extranjeros en el equipo que ganó a la URSS de Yashin en la final. De aquel triunfo quedó grabado el gol de Marcelino y victoria que no pudo ser igualada hasta la Eurocopa de Austria de 2008. José Villalonga, seleccionador nacional, profesor de Eduación Física y militar, preparó al equipo para el Mundial del 66, en Inglaterra, y en los partidos previos como las eliminatorias de la Eurocopa solamente apareció Armando Ufarte que, aunque llegado de Brasil, era gallego de nacimiento. Esporádica fue la presencia del paraguayo Jara, jugador del Valencia. Posteriormente también fue valencianista e internacional Jesús Martínez, pero éste había nacido en Galicia y regresó de la emigración argentina.

En el Mundial inglés, Villalonga volvió apostar por jugadores españoles. Sólo se ganó un partido a Suiza y gracias a un gesto de rabia de Manolo Sanchis quien se fue con el balón desde la defensa a la portería contraria y marcó. El siguiente extranjero en debutar con la selección fue el valencianista Oscar Rubén Valdez. La hizo en el España-Uruguay amistoso en el Bernabéu. Valdez fue uno de los varios jugadores cuya ascendencia española estuvo en duda. Hubo varios casos de falsos oriundos. En esa misma fase debutó Roberto Martínez cuya documentación fue adulterada. Las sospechas fueron tantas que el Barcelona envió a Argentina a revisar partidas de nacimiento al joven abogado Miquel Roca Junyent, años después uno de los padres de la Constitución. Uno de los argumentos de algunos intermediarios fue situar el origen de algunos jugadores en lugares donde durante la guerra se habían quemado los archivos y de ahí que hubiera jugadores cuyo padre, según dijo uno, era de Celta. Aguirre Suárez pese a que Pasieguito, entrenador del Granada, le preparó para enfrentarse a los periodistas, cuando le preguntaron si efectivamente su padre era navarro respondió: «Navarro, no, de Pamplona».

España no se clasificó para el Mundial del 70 en México, ni para las Eurocopa del 68 y 72. En la fase preliminar del Mundial del 74 participó Roberto Martínez. También jugó Gárate, español aunque nacido en Buenos Aires. En Atenas ganó España 2-3 y los tres tantos los marcaron Valdez (dos) y Claramunt. El de éste fue espectacular. Sacó el córner Valdez hacia el borden del área grande y Claramunt empalmó y batió a Konstandinou. Valdez volvió a marcar dos veces en Amsterdam en partido que perdió España para autogol de Reina quien se batió desde fuera del área. La selección española no se clasificó para el campeonato de Alemania del 74 al ser eliminado en partido de desempate con Yugoslavia en Francfurt. Katakinski batió a Iribar. Allí jugó Jesús Martínez, con Sol, Claramunt y Valdez. También hubo ausencia en la Eurocopa del 76 y por fin, participación en el Mundial del 78 en Argentina. Aquí apareció otro oriundo, Rubén Cano, quien logró el gol en Belgrado y que clasificó a la selección. Para la VI Copa de Europa se recurrió al barcelonista Heredia que tampoco mejoró el juego del equipo.

El Mundial del 82 se jugó sin foráneos y no hace falta recordar el bochorno. La tendencia a recurrir a jugadores españoles se mantuvo y con ellos se llegó al 86 y al 90. En los años posteriores no hubo tendencia a buscar el refuerzo extranjero. Sólo Senna, que jugó 22 partidos, fue campeón. No lo pudo ser Di Stefano (19) ni Kubala (18). Puskas (4) y sin marcar en Chile. Ha habido en tiempos recientes otros extranjeros en el equipo como Donato (12) pero el resto fueron casi anécdotas; Pizzi, Catanha y Pier Luigi Cherubino que sólo jugó unos minutos.

Diego Costa puede ser la vuelta a viejas costumbres. En todo caso habrá que desear que su participación sea más fructífera que la de su antecesores.