El justiciero de spray continúa con su estúpida acción en Capuchinos. No cesa en su empeño por hacernos ver la luz a base de pintadas en cualquier rincón del barrio. Y no hay pared que se le resista. Los vecinos empiezan a estar bastante hartos de semejante personaje que lo único que hace es ensuciar aún más una zona de la ciudad ya de por sí maltratada y faltita de limpieza. Creía que era yo el único que denunciaba esta situación. Ya lo escribí en un artículo hace ahora un año, pero a través de tuiter Benito Velasco (@enlaribera) se solidarizó con la causa. Él también esta bastante harto del que considera un iluminado. Noctámbulo además.

Sólo hay que recorrer algunas calles para leer los mensajes y proclamas de este activista, de este mesías del siglo XXI. Son direcciones de páginas web, la mayoría. Rafapal.com, investigar11S.org, chemtrails.com, con la alerta de que nos fumigan€ En ellas se advierte de extrañas teorías de la conspiración que, sinceramente, me recuerdan a un capítulo de los Simpson. Por ejemplo, las chemtrails son un supuesto fenómeno que consiste, según los convencidos de su existencia, en que algunas estelas de condensación dejadas por los aviones no son tales, sino que en realidad están compuestas por productos químicos. Fumigaciones en toda regla. Ustedes mismos.

Sea verdad o sea mentira, lo que no se entiende es que haya que recurrir a las pintadas callejeras para anunciar un mensaje, en pleno año 2013. Porque nunca he considerado válida la libertad de expresión que se hace de incógnito y ensuciando la ciudad, máxime cuando ahora se abre ante nuestras narices todo un mundo de posibilidades para poder hacerlo a través de las redes sociales, que en algunos casos también permiten refugiarse en el cobarde anonimato, puede que contaminando las neuronas de quienes te leen, pero al menos sin pintorrear la ciudad.

Lo que también me pregunto es hasta cuándo vamos a tener que soportar estas acciones vandálicas en muros, portales y fachadas de viviendas. Las comunidades de propietarios pintan para nada, para que a la tercera noche vuelvan a ser manchadas con las mismas proclamas de quien ejerce con nocturnidad y alevosía, intentando convencer a todos de sus mismas sospechas. ¿No puede el Ayuntamiento hacer algo por evitarlo? ¿La Policía? ¿Alguien? Pistas deja a destajo. El aspecto de la ciudad es lamentable con tanto monigote en sus paredes. Que actúen contra el fanático grafitero.