¿Eres abogado de oficio o de particulares? Esta es una pregunta que con mucha frecuencia nos hacen los nuevos clientes o personas no relacionadas con el ámbito jurídico cuando nos tratan por primera vez como abogado o abogada. La respuesta de muchos de nosotros es sencilla: soy abogado del turno de oficio y también llevo en el despacho asuntos de personas y empresas particulares.

Este es el perfil de los 1.800 abogados que en Málaga están adscritos al turno de oficio y asistencia letrada al detenido: abogados y abogadas cuya edad media oscila entre los 40 y 45 años, con un recorrido previo de años de trayectoria profesional, con alta capacitación y formación especializada, que compatibilizan, sin distinción de trato, su dedicación profesional a todos sus clientes, ya sean privados o del turno de oficio; es decir, en este último caso, a aquellos ciudadanos que son beneficiarios de la justicia gratuita, derecho consagrado en el artículo 119 de la Constitución Española, previsto para garantizar el acceso a los juzgados y tribunales de las personas sin suficientes recursos económicos.

Se desconoce por la sociedad que además de la preparación previa y experiencia con la que cuentan los abogados, para la prestación de los turnos especiales de oficio como la defensa de los menores de edad, los extranjeros, o la mujeres víctimas de violencia de género entre otros, se exige prueba de acceso en algunos casos, formación continua y la realización obligatoria de cursos anuales especializados.

Según el VI informe del Observatorio de la Justicia Gratuita (2007-2011) realizado por el Consejo General de la Abogacía, Andalucía es la comunidad autónoma que más asuntos de justicia gratuita ha tramitado, con 340.105 expedientes en el año 2011, que representan el 20% del total a nivel nacional.

La mayoría de asuntos turnados corresponden a la jurisdicción penal. Sólo en Málaga se turnaron en el año 2011, más de 33.000 asuntos penales. Le sigue la jurisdicción civil con 10.117 asuntos civiles turnados, y algo más de lejos la jurisdicción contencioso administrativa con 1.767 asuntos y la social o laboral, con 440 asuntos en el mismo año. Estos datos han aumentado sensiblemente a consecuencia de la crisis en los años 2012 y 2013.

Estas cifras revelan la importancia que la justicia gratuita tiene en nuestro Estado de Derecho, la importante labor que realizan los colegios de abogados en la gestión del Servicio de Turno de Oficio y Asistencia Letrada al Detenido, y la profesionalidad de los abogados de oficio que contribuyen cada día al sostenimiento y la consolidación del sistema judicial.

Claro que no es esto lo que transmitió el consejero de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía, Emilio de Llera, cuando en relación a los abogados de oficio dijo: «Son abogados jóvenes que empiezan y el turno de oficio les sirve para pagar la luz del despacho, el alquiler o la secretaria».

El comentario, del que se hicieron eco los medios de comunicación, además de hacerse en un momento en que la Junta de Andalucía adeuda al Colegio de Abogados de Málaga la retribución del turno de oficio correspondiente a todo el año 2013, y por ende a los colegiados, por importe de 6,2 millones de euros, es desacertado en un doble sentido. Primero, porque no se corresponde con la realidad. El 65% de los abogados de oficio con más dilatada experiencia profesional se vienen dedicando, de forma continuada, al turno de oficio desde hace más de 20 años. Y segundo, porque desmerece a un amplio grupo de profesionales dentro de la abogacía, ya sean jóvenes o mayores, que están adscritos al turno de oficio por vocación.

La vocación es el principal valor que motiva y dignifica la prestación de este servicio por parte de los abogados de oficio. Para la mayoría de ellos, los casos de justicia gratuita representan como mucho un tercio del volumen de asuntos de sus despachos y los ingresos por este modo de ejercicio profesional suponen un porcentaje mucho menor de un tercio del total de ingresos de la actividad. En términos económicos, como me dicen mis compañeros, no es una actividad rentable si consideramos el tiempo de dedicación que requiere la preparación jurídica y defensa de los asuntos de oficio, la exigua retribución que se percibe por cada uno de ellos y el retraso reiterado y continuado en el pago de los asuntos por la administración competente, la Junta de Andalucía.

Como no tengo duda de que el abogado de oficio es un profesional con vocación de servicio público y social, el incumplimiento habitual de la Junta de Andalucía del pago de la retribución del turno de oficio, considero que provoca una situación injusta que debe ser corregida necesariamente. En esta línea están trabajando los colegios de abogados de Andalucía y de forma muy activa el decano del Colegio de Abogados de Málaga, Francisco Javier Lara en representación de los abogados de nuestro colegio. Mi apoyo a los abogados del Turno de Oficio y Asistencia Letrada al Detenido.

*Abogada defensora del Colegiado del Colegio de Abogados de Málaga