La coña del 'metrobús'

Me da la sensación de que el alcalde de Málaga está jugando con el principal proyecto inversor en la ciudad y desconozco si su propuesta de un «metrobus» (traducido un bus de la EMT) en vez del tranvía pactado es fruto de un estudio responsable, es una ocurrencia o una estrategia para descarrilar de por vida el metro de Málaga. Francisco de la Torre tenía razón cuando se quejó de que la consejera de Fomento había cambiado de forma unilateral el proyecto del metro a su paso por el centro de la ciudad. Inició un pulso, movilización ciudadana incluida, y ganó la partida. El 27 de septiembre selló un pacto con la presidenta de la Junta para una nueva alternativa hasta la mitad de la Alameda y acordaron activar una línea hasta el Hospital Civil en superficie. El acuerdo quedó claro a falta de que el propio alcalde decidiera entre dos trazados. Parecía que ya no habría más sorpresas, que se había impuesto la lealtad institucional, pero De la Torre sorprendió ayer a todos con la ocurrencia de un «metrobus» para devaluar un proyecto que ha sufrido la metamorfosis de ser un metro, mediometro, tranvíametro, metro-tranvía y, ahora, «metrobus». Da miedo la siguiente ocurrencia. Una ciudad no puede gobernarse en base a la improvisación y si esa era su idea la podía haber planteado en las reuniones secretas de este verano o en la que mantuvo con Susana Díaz. Dejando el debate para los técnicos de si es necesaria esa línea de tranvía hacia el Civil, la impresión que queda es que a medida que avanza el metro (es un decir por los retrasos que acumula), el alcalde introduce un nuevo matiz con mucha carga política. La Junta ayer se plantó y ahora le toca al alcalde de Málaga demostrar que sí quiere este transporte para la ciudad. El lunes lo veremos.