España es país en crisis económica y, afortunadamente, entre tanto despilfarro y ostentación de algunos dirigentes, al final, lo que queda son campeones ejemplarizantes como Mireia Belmonte o Rafael Nadal. Los deportistas son el ejército de salvación. Son bálsamo para múltiples heridas.

Los dirigentes del deporte no se percatan de la inoportunidad que significa la adquisición de derechos para celebraciones mundiales. Este año toca el Mundial de baloncesto y los de ciclismo. Aquí se dispara con pólvora de rey aunque no haya para aceite.

Hemos ocupado lugares destacados en la prensa deportiva de todo el mundo con lujos como la Copa del América, dos pruebas de Fórmula1 y dos mundiales anuales de motociclismo. Y todo ello ha costado en Valencia, el oro el moro y el Micalet. Seguimos sin tentarnos la ropa antes de acudir a organizaciones fastuosas.

El equipo de baloncesto aspira a ser de nuevo campeón. En la pasada Eurocopa, con bajas sensibles, obtuvo el bronce. En el mundial que se jugará en casa es probable que se alcance otra vez la cima porque todo hace pensar que tendremos equipo de la NBA con los dos Gasol, Calderón, Ricky Rubio e Ibaka, aunque cabe la posibilidad de que éste sea sustituido por Mirotic con el fin de que, posteriormente, no pueda optar a otra selección. Es un caso más de fichaje por vía de la nacionalización.

El baloncesto es deporte que puede alcanzar altas cimas por la calidad de los jugadores. Por el contrario, la liga nacional es una ruina económica. El deporte español está basado en las notables individualidades y los descalabros societarios. Con la pérdida de apoyos de las administraciones públicas, los números rojos han aumentado y además, por fuerza los clubes han tenido que reducir contratos con estrellas mundiales. El Mundial, que se puede ganar, será redención parcial. En la próxima campaña es probable que falte a la cita más de un club.

El ciclismo aporta posibilidades para ganar. Siempre y cuando no ocurra como en el pasado en el que Purito Rodríguez pudo haber ganado si Valverde hubiera dado el do de pecho en el momento oportuno.

El ciclismo ha dado ya nombres ilustres en el Tour, en los Juegos Olímpicos y en los mundiales donde además de la carretera, se han obtenido galardones en pista. Disciplina que antaño tuvo notoria presencia en los velódromos nacionales, la mayoría hoy desaparecidos. Ponferrada es sede de la organización ciclista que reunirá a los mejores del mundo. Ha habido dificultades económicas y las seguirá habiendo. Ello no obsta para que también estemos en la meta de partida de otros grandes torneos de diversas disciplinas. ¡Que no decaiga!