Cabalgata imaginada: Una carroza forrada con pantallas de plasma, la nave denominada «Sálvese quien pueda», emite en un sinfín las declaraciones de un tal Matamoros sobre que «la mujer de Jesulín compara a la ex del torero, Belén Esteban, con la cerdita Peggi» (la noticia la he leído literalmente en la prensa no rosa, triste circunstancia habitual que nos trajeron los Reyes Magos ya hace tiempo) Aunque no encandila a los niños, la carroza es muy aplaudida por numerosos padres y abuelos. Despierta pasiones.

El otro sorteo

La siguiente carroza está forrada de máquinas tragaperras en cuyas pantallas se reflejan una y otra vez las cifras de la bajada del paro registrado en diciembre. Los números 107. 570, 30.467 y 2.138 seguidos de las palabras España, Andalucía y Málaga respectivamente, se repiten una y otra vez mientras los dígitos no paran de girar como los bombos de la lotería de El Niño. En el frontal de la carroza un paje del Gobierno las celebra con un micrófono en la mano cedido por una emisora amiga. En la popa de la nave, la carroza «Gran Casin»’ lleva un paje de la Oposición política que clama contra la aparente bondad de las mismas cifras, con un micrófono en la mano de otra emisora afín. En fin… Esta carroza no la mira casi nadie.

Sombrero Panamá

La carroza más espectacular, de corte egipcio, homenajea a Fernando De Lesseps, el gran hacedor del Canal de Suez en el siglo XIX y el empresario que murió en el intento de terminar el de Panamá. En la trasera de la carroza va sentado en un yate el nuevo presidente de Sacyr (dicen que ahora es un italiano). En la frontal, sobre una superficie de apariencia desértica, entre dos pirámides, fluye una lámina de agua que recuerda al Mar Rojo cada vez que se abren dos compuertas con forma de rebanadas de pan de molde de una conocida marca que también patrocina la carroza, además de la constructora Sacyr. En la cola de la carroza, denominada extrañamente «Marca España», dos actores con las máscaras de los presidentes de Panamá y de España juegan al tres en raya. El gentío la ve pasar con recelo y cierta hostilidad.

Temblor 2013

Una carroza muy admirada es la que recuerda al terremoto de Iznate, de 4,3 grados en la escala Richter, detectado en ese pueblecito de la Axarquía malagueña al despedir el año 2013. La carroza, titulada «El sentido de la vida», representa la calle que sube y baja atravesando todo el pueblo. Un temblor intermitente hace vibrar las fachadas de cartón piedra, adornadas con luces de Navidad, mientras una panda de verdiales que actúa sobre un tabladillo grita «¡Arriba la fiesta!» cada vez que el tembleque se para.

Mi tesoro

También un estreno cinematográfico de esta semana, el de la segunda parte de El Hobbit, La desolación de Smaugh, está presente en la cabalgata. La carroza lleva un dragón gigantesco recubierto de purpurina dorada, que se levanta imponente sobre sus patas. Lleva un collar al cuello del que pende una cadena que agarra Gollum, un personaje que encarna un actor disfrazado que se mueve como Chiquito de la Calzada y cuyo rostro se asemeja al del ministro Montoro. La carroza se llama «Presión fiscal». Produce pavor entre los adultos que la ven aproximarse, aunque la chiquillería parece disfrutar con el imponente dragón alado.

«Susanimidad»

La penúltima carroza del cortejo recrea el patio de los leones de la Alhambra, aunque del cuello de cada león pende una bufanda blanquiazul con el escudo del Málaga CF, y el chorro que sale de sus bocas es de aceite de oliva virgen extra primer prensado en frío. Como una pared vertical, al fondo se levanta sobre la recreación del patio andalusí un enorme roscón de reyes. Uno de los trozos de fruta incrustados esconde un proyector holográfico que proyecta el discurso de Año Nuevo de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, cuya presencia virtual, de pie entre los leones, resulta algo chocante, pero da un punto tecnológico audiovisual acorde con la Málaga del Festival de Cine Español. La carroza se llama «Su sana Andalucía de futuro». Pasa desapercibida, a pesar de que suena Málaga la bombonera en un esfuerzo de empatía populista aparentemente inútil.

Autocierre

Por último, la carroza presentada como «Porom pom pidou» (léase «porompompidú») representa al cubo de cristal del Muelle Uno. En su interior un motorista con chupa de cuero verde y morada que tiene la cara del alcalde de la ciudad, Francisco De la Torre, sube y baja una y otra vez por las paredes transparentes del cubículo. Dos camiones de la empresa de limpieza Limasa3 abren paso a la carroza regalando bolsas de basura con autocierre y aroma de limón que los ciudadanos rechazan, quizá algo cansados ya y molestos por el ruido ensordecedor de los tubos de escape.

Pero ahora nos toca creer en algo y hacer soñar a los más pequeños. Que pasen unos Felices Reyes… Porque hoy es sábado.