En realidad el año comienza hoy, lo de las campanadas es un acto oficial. Será a partir de esta semana mientras terminan de emitirse los anuncios de digestivos y antiácidos cuando realmente se sabrá si el año nuevo sirve, esta vez sí, para culminar los nuevos propósitos que recursivamente nos hacemos cada doce meses.

Comienza el año con la esperanza de una mejora en el empleo, es enero un buen mes para ver el termómetro real de las posibilidades de Málaga de mejorar en este aspecto, se comienzan proyectos empresariales que no dependen de campañas vacacionales, habrá que estar pendiente de los números para saber si la tendencia de las pasadas cifras del paro se mantiene o fueron mera ilusión navideña. Ahora me tocaría hablar sobre el año que comienza en términos de política local, y es que es perfecto para iniciar proyectos que culminen con el éxtasis que se produce con la formación de las listas electorales en las que se miran todos los intereses más insospechados salvo el de los ciudadanos, pero no voy a entrar en el terreno porque como dijo el otro día Luis García del Río, empresario cántabro, «el talento de los españoles está fuera toda duda: somos gente innovadora, creativa y trabajadora. Así que ¿por qué vivimos pendientes de los gobernantes?».

Hay que vigilarlos, no podemos obviarlos pues son los que deciden y manejan lo que se hace con el presupuesto de los ciudadanos, pero podemos cambiar el foco y hablar de gente que importa en lugar de gente importante. Levantarnos cada mañana y vivir pendientes de nuestros gobernantes, ya sean locales, nacionales o autonómicos no nos va a ayudar a sacar adelante nuestros proyectos profesionales y tristemente tampoco a obtener un empleo, y eso que son los listos del paro. Mandémolos al paro de nuestra memoria y a la cola de nuestros pensamientos.

*Enrique González de Gor es empresario