En Málaga cuando se acaba una batalla se inicia otra. La cuestión parece estar en tener siempre al ciudadano acongojado y con la sensación de que no dejan de tocarle los «acongojes». Acabada la huelga de Limasa, se inicia la guerra del agua fruto de las nuevas tarifas, que el alcalde entiende justas y que, salvo al concejal de Medio Ambiente, que ha mostrado su factura, a todos nos ha subido. Este redactor lo ha sufrido en sus propias carnes. El doble que en el último recibo y 20 euros más que en el de septiembre, con el mismo consumo en metros cúbicos, y con los mismos habitantes en casa. Estupenda gestión. Justísimo el nuevo sistema, sobre todo para las arcas de la empresa municipal. El alcalde, fiel a su estilo incansable pero agotador para los demás, defiende la aplicación de las nuevas tasas. Si hace unos años comparaba la subida del agua con lo que cuesta «un bollito pequeño», esta misma semana se descolgaba diciendo que él se ducha con 15 litros... Y no como los demás, malditos derrochadores, que bien tenéis merecido el sablazo. Bueno, esto último no lo dijo. Tampoco dijo que se ducha en el Club Mediterráneo, donde va a hacer natación a diario. Y eso que se ahorra de agua en casa. Yo también estoy pensando en apuntarme a un gimnasio solo por ducharme allí. Tengo que ver qué me sale más barato. Porque con la suerte que tengo, en mi próxima factura va a parecer que vivo con los Brady. No. No se trata de una subida moderada, al menos en el caso del que les escribe. Y en casa no despilfarramos, por conciencia medioambiental. Aún está muy presente la falta de lluvias y la sequía como para ir desperdiciando . En cualquier caso, llama sobremanera la atención que por este tema hayan vuelto a salir los típicos hooligans de los partidos negando la evidencia. Como si a ellos nos les fuera a subir el agua. O puede que a ellos no... Aún no se sabe en qué va a quedar esta batalla que ha unido a oposición y consumidores. De la Torre se ha comprometido a compensar los posibles errores de la facturación. Aunque no haya apreciado «alarma social». Hombre, a lo mejor no hay que recurrir a los métodos de Gamonal para hacer ver que están abusando de los ciudadanos con afán recaudatorio. Esperaremos. En dos meses me darán otro susto. O no. Mientras tanto, parece más rentable ducharse con leche de burra... O recurrir al «lavaillo polaco», como recomendaban en

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