Rajoy dice, sobre el tema catalán, que está preparado para cualquier escenario, pero hay uno ante el que creo que no lo está, y es el de la calle, quiero decir el de las calles de Catalunya inundadas de independentistas. En realidad todo viene de ahí, de una inundación inesperada que se produjo en la Diada de 2012, sorprendiendo a todos los partidos políticos, independentistas incluidos. Fue entonces cuando decidieron aprovechar la fuerza de las aguas, y navegar sobre ellas. Esa riada de gente se ha repetido en la Diada de 2013 y tiene toda la traza de que lo seguirá haciendo, pues el nivel de las aguas no baja. Puede suceder que en un momento determinado desborde todas las defensas, y en ese caso si Rajoy se presenta con botas altas y bombas de achique no servirá de nada, y será demasiado tarde. Por eso es mejor abrir cuanto antes un aliviadero de sección suficiente en la Constitución.