'Desbandá' en el PP

Daba la sensación de ser un partido sólido y compacto, además de cohesionado. Eso hasta ayer mismo; hoy se han cambiado las tornas y el Partido Popular ha empezado a hacer aguas: se resquebraja. Primero fue María San Gil la que en el País Vasco dio un paso atrás en la formación: no estaba conforme con las directrices que desde Madrid emanaban.

Por la misma razón, ahora lo han hecho Santiago Abascal y Ortega Lara. Éstos últimos han ido más lejos y han creado un nuevo partido - Vox - que ha nacido con fuerza en el enrarecido panorama de la política española en la que se enseñorea un bipartidismo a ultranza desde la sacrosanta Transición democrática que ahora se tilda de «imperfecta».

Pero no solo han sido ellos la rama desgajada del tronco de la formación de centro derecha: se le acaban de sumar Alejo Vidal Cuadras, una figura relevante del partido. También lo es Mayor Oreja, al cual el presidente Rajoy, posiblemente para frenar el descontento reinante, le ofreció encabezar la lista en las elecciones europeas que están a la vuelta de la esquina. Esfuerzo baldío, pues el exministro de Interior en la época de Aznar acaba de renunciar a presentarse bajo las siglas que ya lo hiciera en los pasados comicios. Unos y otros reprueban el curso de los acontecimientos seguidos a la derogación por Estrasburgo de la doctrina Parot que ha servido para poner en la calle desde las prisiones a tanta gente desalmada. Puede que piensen, como es el sentir de las asociaciones de víctimas del terrorismo, que el alto tribunal habría dado por buena otra decisión igualmente legal pero en otra dirección, la cual habría evitado las excarcelaciones rápidas y masivas si el Gobierno se hubiese mantenido firme en esa encomienda.

Cuenta además en la desafección al partido, y están en el pensar de buena parte del país, las políticas erráticas del Gobierno sobre asuntos tan trascendentales como la corrupción enquistada, la Sanidad -la marea blanca ha parado en seco la externalización que parecía imparable en Madrid-, la Educación, maltrecha; o la tibieza ante el desafío catalán, amén del horripilante paro que padecemos, sin mencionar la aflicción de millones de familias ahogadas por una penuria sin fin de desahucios y malquerencias

Restallan esquirlas del PP dejadas en el camino por sus errores. Y afloran otros partidos animosos a los que se mira con expectación y esperanza.

José Becerra GómezMálaga