Para aquellos separatistas que quieran continuar torpedeando a la lengua española, y otros que, al parecer, se avergüenzan de decir «España» o la palabra «español», entre los que se encuentran no pocos políticos, columnistas y tertulianos, y para adelantarse a algunos «podemistas», los ideólogos de la más pura filosofía populistachavistalenisita, y que no tengan alguna brillante ocurrencia más, en este caso con nuestro idioma, en sus seudoprogramas políticos camaleónicos de Alicia en el país de las maravillas, les recordamos que el nombrar a nuestro país por su nombre y emplear su adjetivo, además de no tener nada que ver con ser facha, como a algunos les gusta afirmar, para maquillar así su débil carácter, rayando en la cobardía, o para pretender no caer en algo políticamente incorrecto, mezclando peras con manzanas, es algo habitual en los casi 500 millones de personas que hablan nuestro idioma (eso,sí, muchas de ellas haciéndolo y escribiéndolo bastante mejor que los nativos de aquí, incluidos no pocos políticos, columnistas y tertulianos). Con respecto a sus falsas reglas de tres y su actitud timorata, conviene también recordarles que en los Estados Unidos de América y en Austria, por poner dos ejemplos, dicen claramente que su idioma es el inglés o el alemán, respectivamente, sin tener sus ciudadanos ningún tipo de complejo con Inglaterra ni con Alemania. Eso sí, mientras es estúpido decir en nuestra lengua española, por ejemplo, «voy a viajar a London, New York o München" (por Londres, Nueva York o Munich), en aquí muchos siguen diciendo Girona y Lleida, pues parece que eso de Gerona y Lérida quema, todo ello, entre otras cosas, gracias a la herencia política del ex-molt honorable y de aquellos políticos de entonces que se dejaban meter goles absurdos en cuestiones lingüísticas, para ser continuado, o por lo menos no remediado, por bastantes políticos, columnistas y tertulianos actuales. Feliz Año, con ñ de España, a todos, también a los que tildan de fachas, capitalistas, y no sé qué más, a aquellos que nombran a las cosas por su nombre.