Lee uno la lista del PSOE y es como si leyera el texto del reverso del bote de gel. A lo mejor es culpa del que suscribe, muy aficionado a estas lecturas y por tanto ya acostumbrado. Quiero decir que leerla es agradable, pero no produce pasión. Vas asimilando los ingredientes. Uno a uno. Y están ahí. No chirría nada pero no hay sorpresas. De hecho, es lo más recomendable para un gel eficaz. Que combata la porquería acumulada aunque sepas que tampoco te va a dejar con aroma a Chanel. O eso o que los periodistas (uno ya tiene cierta experiencia en eso) pareciera que esperáramos que en la lista socialista de la capital figurara un Kennedy o Kevin Spacey. Metieron fiscales, arquitectos y hasta enfermeras y nos les salió bien. Fuera experimentos. Una lista de Gobierno, dicen. De gente con muy mala o muy buena experiencia gestora, más bien. De partido. De dóciles. O si prefiere otro adjetivo, de fieles. Lista hecha también pensando en el puzzle humano. Es decir, en que hay unas autonómicas muy cerca en la que también pueden repartirse cargos. Ahora, de momento, para evaporar alguna frustración se ha optado por administrar expectativas. Tras el batacazo te vamos a colocar bien, así que la lista la hacemos nosotros, le han dicho a Gámez. Puede que se tengan que comer sus palabras. O a Gámez. O no. La número tres y el número cuatro son dos valores al alza. Trabajadores, idealistas y buenas personas. La relación entre ellos no es buena. Palop es la que tiene mejores conexiones y a ambos le avala un esforzado trabajo en el campo de los derechos sociales o la sanidad pública, el corazón de la solidaridad y el socialismo. A Palop (con estos dos que hacen la lista nunca se sabe) o le han cortado una más que prometedora carrera nacional o la han investido para la gran misión histórica del PSOE en Málaga: recuperar la alcaldía.. Los elegidos se han ido enterando esta mañana. El cronista ha tomado café con uno que rezaba para no ser telefoneado. "El sueldo en la oposición es una caca".­