Pocas guerras se ganan o se pierden en una batalla, pero la primera siempre tiene importancia. Antes de llegar a ella los generales observan los movimientos del otro, lo miden, fingen huir, merodean, regresan, hasta que dan con el lugar elegido para librarla, como el torero en el ruedo antes de citar y trabar la lidia. La elección de momento y territorio es crucial. Susana Díaz, hoy por hoy el general con más presencia del PSOE, ha pedido que la dejen sola con el toro en marzo y Andalucía. Ahí es donde se librará en las urnas la OPA que Podemos le ha lanzado al PSOE para hacerse con su capital electoral. Es una batalla que se presenta abierta y bella como pocas, y queda por ver qué general o generala elegirá Podemos para el gran duelo. Aunque al final nunca se sabe, el PP sobre el papel sólo será el pretexto, el enemigo común de los fraternales fratricidas, el líquido de contraste.